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Relato de amistad con mi esposa y mi primo (primera parte)


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Considero que lo que me ocurrió se debió a la exposición constante a material adulto o la lectura de relatos eróticos acerca de intercambios de parejas y tríos. Comencé a sentir el deseo de experimentar una de esas situaciones con mi esposa, a pesar de que en múltiples ocasiones se lo sugerí y, desafortunadamente, siempre obtenía una negativa como respuesta.

No lograba quitarme de la cabeza la idea de realizar esta fantasía con ella, e incluso durante nuestras relaciones sexuales intentaba incluirla en el juego, mencionándole en pleno acto la posibilidad de que tuviera dos compañeros sexuales exclusivamente para ella. En varias ocasiones noté cierto nivel de excitación en ella, sin embargo, su respuesta seguía siendo negativa. Mi esposa posee una constitución promedio, con dos prominentes senos que son el centro de atención de las miradas masculinas, así como un trasero de generosas dimensiones; es verdaderamente hermosa, y no solo lo digo por ser su pareja.

Un día, mi primo me solicitó ayuda para hospedarse en mi hogar durante unos días, ya que necesitaba encontrar empleo, dado que en su lugar de residencia las oportunidades laborales escaseaban. Había pasado por una separación de su esposa unos meses atrás y se encontraba atravesando una etapa difícil.

Le comenté a mi esposa sobre la petición de ayuda de mi primo, y ella estuvo de acuerdo, siempre y cuando fuese por un período limitado de tiempo, a lo cual asentí, dejándole claro que solo sería temporal, hasta que pudiera reunir el dinero necesario para su propio apartamento.

Me puse en contacto con mi primo y le confirmé que estaba todo bien, que podía venir cuando quisiera, a lo que él respondió que llegaría ese mismo día. Le di la bienvenida, ya que me encontraba en casa en ese momento.

No sé por qué surgió en mí la idea de compartir con mi primo mi fantasía, para ver si podía ayudarme a hacerla realidad. Él obtendría no solo un techo y una cama donde descansar, sino también la posibilidad de ser atendido sexualmente por mi esposa. Mi primo es joven y atractivo, le gusta mantenerse en forma y frecuenta el gimnasio. Los dos desafíos consistían en cómo comunicárselo y, lo más importante, en lograr la aceptación de mi esposa.

Ese día por la tarde, mi primo llegó a casa, ya conocía a mi esposa de vista, aunque nunca habían interactuado más allá de un saludo cordial…

-Hola, ¿cómo estás, primo?

-Todo bien, gracias. Adelante, saluda a Mary.

-Hola, Mary. ¿Cómo estás?

-Muy bien, ¿cómo te fue en el viaje? ¿No te perdiste en el camino?

-Casi me pierdo, pero por suerte el conductor del autobús me indicó dónde debía bajar. ¿Y ustedes?

-Nosotros también estamos bien, Grey me dijo que venías en busca de trabajo, ¿es cierto?

-Sí, de hecho espero encontrar pronto empleo y alquilar un pequeño apartamento. Espero no ser una molestia.

-Tranquilo, siempre hay lugar en casa para la familia…

-Muchas gracias, les estaré eternamente agradecido…

Esa tarde compartimos la cena y conversamos sobre diversos temas, luego nos retiramos a descansar, ya que mi esposa trabajaba de día y yo de noche.

Al día siguiente, mi esposa salió a trabajar y me quedé con mi primo. Desayunamos juntos y mientras lo hacíamos, le pregunté por qué se había separado de su esposa y cuánto tiempo llevaban separados. La respuesta me tomó por sorpresa.

-¿Hace mucho que se separaron tú y tu pareja, ya llevan tiempo separados?

-Llevamos separados casi ocho meses. Tuvimos muchos problemas, yo estaba sin trabajo y se me ocurrió proponerle la idea de realizar contenido de pago en línea, ya que noté que algunas de sus amigas lo estaban haciendo y ella me comentó que generaban buenos ingresos. Ella aceptó bajo la condición de que no me pusiera celoso, ya que en ese ámbito se ofrecía de todo unpueden surgir en la mente de las personas. Es importante comunicarse abiertamente sobre estas ideas y establecer límites y acuerdos mutuos.

-Sí, es cierto. Cada pareja tiene sus propias fantasías y límites. Lo importante es respetar la opinión y los deseos de la otra persona.

En la vida sexual de una pareja es fundamental la comunicación sincera y el respeto mutuo. Cada uno tiene sus propias fantasías y deseos, y es válido explorarlos siempre y cuando ambos estén de acuerdo y se sientan cómodos.

-La comunicación abierta es clave en cualquier relación. Es importante expresar tus deseos y fantasías, pero también es fundamental escuchar y respetar los de tu pareja.

Dialogar sobre temas tabúes o fantasías sexuales puede fortalecer la confianza y complicidad en la pareja, siempre y cuando se haga desde el respeto y la comprensión mutua.

muchas personas pueden tener esos pensamientos pero por temor no los expresan.

-Es comprensible que genere temor. Se corre el riesgo de encontrarse con alguien peligroso que pueda querer lastimar o realizar acciones inapropiadas durante el acto.

-En realidad, lo recomendable en este tipo de situaciones según lo que he leído, es buscar la compañía de personas conocidas, como amigos o familiares.

-¿Estás considerando en involucrar a tu primo en nuestras actividades?

-Exacto, de hecho ya le mencioné que también me interesaría hacerlo, aunque a ti te genere miedo. Tú dijiste que lo harías con alguien conocido y bajo tus condiciones... así que le pregunté si me ayudaría con eso...

-¿Cómo se te ocurre decir esas tonterías? Nunca mencioné nada al respecto, ni siquiera insinué esas ideas. Es vergonzoso, no podré mirar a tu primo a la cara. ¿De verdad le preguntaste eso?

Aquí fue cuando tuve que mentir dos veces, ya que no le había comentado nada a mi primo y además debía utilizar eso para ganarme su confianza y hacerla sentir deseada... de esta manera, las cosas podrían calentarse un poco...

-Él dijo que estaría encantado de participar, siempre y cuando tú aceptaras de manera libre y sin presiones. Además, te halagó diciendo que estás muy atractiva y que no dudaría en unirse a la experiencia...

-¡Estás loco! ¿Estás mintiendo, verdad? ¿Realmente le dijiste eso?

-Es verdad, cariño... Es solo para que veas que cualquier hombre desearía estar íntimamente contigo y que no debería generarte miedo... además, le harías un favor, ya que lleva ocho meses sin tener relaciones y además no le gusta masturbarse.

-Qué estás diciendo Grey, qué vergüenza, de verdad estás loco. Además, a mí no me importa que él esté tanto tiempo sin relaciones, que busque una manera de satisfacerse por separado...

-¿No querrías ayudarle a aliviar esa necesidad sexual que tiene? Imagina la satisfacción que sentirías al hacerlo... jaja.

-Por favor, no digas esas cosas repugnantes...

Deslicé mi mano hacia su entrepierna y, para mi sorpresa, estaba húmeda. Parecía que el tema sí la había excitado y estaba intentando aparentar que no le afectaba...

-¡Oh! Dices que te da asco, pero estás muy mojada... jaja. No me digas que es solo porque deseas estar con otra persona teniendo relaciones sexuales...

-No digas tonterías, es normal. Simplemente tengo ganas de hacerlo, ayer no pudimos y hoy tengo más deseos...

Me posicioné sobre ella, acerqué mi miembro a su zona íntima y lo introduje de una vez, pues estaba muy lubricada. La penetraba con fuerza y ella trataba de contenerse, pidiendo que fuera más suave para que mi primo no escuchara, ya que su habitación estaba al lado de la nuestra. Sin embargo, continué con más ímpetu, mis testículos golpeaban y hacían sonar como aplausos en sus muslos. Fue en ese momento cuando mi esposa no pudo contenerse más y comenzó a gemir, transformando sus quejidos iniciales en gritos que seguramente mi primo escuchó sin dificultad.

No pasó mucho tiempo para que mi esposa llegara a un orgasmo espectacular, se retorcía de placer, sus secreciones mojaban mis piernas, sus gemidos me excitaban y me llevaron a terminar rápidamente, derramándome en ella. Al mirarla, noté una expresión en su rostro diferente a las ocasiones previas en las que habíamos tenido relaciones, incluso pude notar una sonrisa en sus labios.

-¡Increíble! Lograste hacerme gritar como nunca, tu primo probablemente nos escuchó, qué vergüenza...

-Eso no tiene nada de malo, él ya es mayor y sabe que es probable que en algún momento escuche nuestras relaciones íntimas; no vamos a dejar de hacerlo simplemente porque él esté aquí...

-Pero, ¿qué pensará él de mí? ¿Que soy una persona insaciable o enferma?

-Creo que no deberías avergonzarte. Quizás lo que realmente deseas es liberar esa tensión sexual que él tiene... jaja. Si quieres, puedo llamarlo y cumplir esa fantasía de estar con dos personas al mismo tiempo, así tú disfrutas y yo cumplo mi deseo, todos saldríamos ganando. ¿Qué opinas?

-¿Estás completamente loco? No, en serio estás mal... jaja.

-Loco por verte disfrutar, por escucharte gritar mientras otro se une a la diversión...

Ella me miró fijamente, sabía que tenía algo más que decirme, pensé que sería una reprimenda, pero...

Continuará

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