Saludos, soy una mujer de 40 años, soltera con hijos, he estado saliendo casi 4 años con un hombre casado, es sumamente amable, cariñoso y me fascina cuando comienza a acariciarme, él tiene conocimiento de mis gustos y sabe que al apenas rozarme despierta en mí intensos deseos.
Hoy me recogió en el trabajo y mientras conversábamos con normalidad, él empezó a besarme con pasión, acariciando mi cuello. Intentaba resistir la tentación de ceder en el coche, pero en cuanto tocó mis pechos, me rendí. Levantó mi blusa, dejando al descubierto mis senos, y comenzó a estimularlos con su boca, lo cual me enloquece. Disfrutó de ellos hasta saciar su deseo.
Cuando deslizó su mano hacia mi entrepierna, ya estaba muy excitada. Me dijo: “Voy a dedicarte la misma atención que a tus pechos, hasta que me canse”. Sin dudarlo, abrí mis piernas. Empezó a estimularme con sus dedos, penetrándome uno a uno. No pude resistir y le pedí que me practicara sexo oral. Lamió mi clítoris, introduciendo sus dedos mientras lo hacía, logrando un intenso orgasmo que continuó prolongando.
Le indiqué que parara, pero él respondió: “No, deseo seguir estimulando tu zona íntima”. Siguió insistiendo y introdujo uno de sus dedos en mi ano, al mismo tiempo que continuaba con el sexo oral, logrando llevarme al clímax nuevamente.
Me dejó temblando con sus habilidades en el sexo oral...
Con una amplia sonrisa, acomodé mi vestimenta y descendí del vehículo feliz...
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