En el planeta existen diversos tipos de conexiones, ya sea familiares, laborales, cósmicas, neuronales e incluso sexuales.
Aunque no he tenido el placer de conocerlo en persona, él ha logrado comprenderme a la perfección y conocer qué me estimula. ¿Es posible establecer una conexión con más de una persona a lo largo de la vida? En mi caso, la respuesta es afirmativa.
Con el tiempo he aprendido a adentrarme en el juego de seguir instrucciones, disfrutar y experimentar placer sabiendo que puedo ser utilizada.
A pesar de la distancia que nos separa, él tiene la capacidad de excitarme en gran medida, conoce las palabras precisas para despertar en mí el deseo de tocarme; tan solo al leer sus mensajes, puedo llegar a excitarme.
Visualizo su miembro viril y lo único que anhelo es poder montarme en él una y otra vez, hasta que me llene por completo. Me imagino cómo entra en mí repetidamente, cómo me permite saborearlo y deleitarme con él, cómo penetra mi vagina mientras introduce uno, dos dedos en mi ano.
Me imagino que, al estar frente a él, una de sus manos sostiene mis brazos por detrás de mi espalda mientras me muevo arriba y abajo sobre su miembro, y con la otra mano me sujeta del cuello para acercarme a él y susurrarme al oído que soy su sumisa, pero también su niña. Me visualizo gimiendo de placer mientras muerde mis pezones para excitarme aún más.
Los escenarios que mi mente crea con su voz, su miembro viril, sus ojos, sus manos recorriendo todo mi cuerpo son infinitos.
Él conoce la manera de excitarme, comprende que cuando mi "daddy" habla, yo obedezco; que si él lo solicita, yo lo hago.
Y sí, él y yo nunca nos hemos encontrado en persona, pero estoy segura de que el día en que el destino nos una será un encuentro que ninguno de los dos podrá olvidar. Mientras tanto, seguiré respondiendo a sus peticiones con un contundente "Sí, papá"...
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