Isa, de conservadora reprimida a sumisa fogosa (IV)


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Me tomó más tiempo del previsto, pero allí estaba en la entrada del hotel, luciendo su falda de cuero y sus tacones.

-Vayamos a tu casa, necesitamos prepararla para tu nueva situación.

Al llegar, sacó el control remoto del garaje, recordándome que su plaza era lo suficientemente amplia para dos coches. Accedimos al edificio por el ascensor y nos cruzamos con un par de vecinas en el rellano. Ellas saludaron y no pudieron evitar hacer algún comentario. Isa pasado de puntillas, abrió la puerta y me cedió el paso. Al cerrar la puerta, le abrí de golpe la blusa, algunos botones cayeron y expuse sus pechos sobre el sostén.

-Imagino que te excita la idea de chupármela mientras esas chismosas están al otro lado de la puerta.

-Mucho, Amo. ¿Puedo tocarme? Estoy muy excitada.

-Sí, perra, quiero que te corras, sabiendo que están ahí.

Comenzó a darle placer con cuidado, yo la sujetaba con firmeza, ella sabía que debía resistir, hasta que ya estuve bien excitado.

-Desnúdate, da la vuelta y muestra tu trasero.

-Gracias Amo, dijo al dejar caer la falda y darme un beso.

Retiré el tapón, lubriqué su trasero con sus fluidos, coloqué un condón, froté primero mi miembro por su vagina empapada y luego apunté hacia su ano. La penetré de golpe, ella soltó un grito ahogado por su mano, iniciamos un vaivén frenético, le pellizcaba los pezones erectos, los retorcía, aunque notaba que le dolía, lo soportaba y mostraba mayor excitación. Le propiné unos cuantos azotes hasta dejar su trasero enrojecido, la agarraba firmemente de las caderas, ella apoyada en la pared con las manos, imaginaba las reacciones de las vecinas, pero Isa estaba concentrada en el momento.

-más, más, Amo, más, me corro, ¿puedo?

-Sí, puta, ábrete, que sepan en lo que te has transformado.

Sujetándola del cabello, seguí empujando un par de veces más y terminé dentro de ella.

-Agg, Agg, gracias, gracias.

Con nuestra excitación fluyendo por sus piernas, me retiré de su cuerpo, la giré y la besé apasionadamente. Sabía que disfrutaba al verla con esa expresión de Lujuriosa y ella me regaló una sonrisa traviesa, mientras bajaba a lavarse.

-Me ha encantado, qué excitante.

Una vez nos recompusimos, tomé su mano y nos dirigimos al interior del apartamento.

-Vamos a tu habitación, veamos qué cambios debemos hacer.

-Tu cama está bien para dos personas si solo van a dormir, pero dado que vamos a utilizarla más de lo habitual y tienes suficiente espacio, la cambiarás por una mucho más grande, solicítala y que la instalen.

El dinero no era un problema para ella, a pesar de no nadar en la abundancia según me había contado, como hija única y huérfana a los veinte años, había heredado varias propiedades (un apartamento en la playa y una casa de pueblo cerca de Madrid) y no había derrochado su salario durante estos años.

-Dejaré aquí algunos "juguetes" para ir utilizándolos.

-Deshazte de la ropa interior de abuela. Eres mi zorra y te vestirás acorde a ello.

-Quiero que lleves prendas ajustadas que resalten tu figura, creo que me entiendes.

Ella tomaba nota mental de mis indicaciones y asentía procurando no olvidar nada.

-¿Vendrá el Amo a estrenarla?

-Te gustaría, ¿verdad, Zorra?

-Sí, quiero que me utilice para estrenarla.

-Envíame un mensaje cuando la tengas. Ya veremos. Ahora vayamos al salón.

Nos sentamos a tomar un vino y algo para picar en el sofá.

-Isa, quiero que, fuera de nuestros roles, me cuentes cómo estás realmente, sin omitir nada, si algo te molesta o no te gusta.

-Puedes prescindir del tratamiento.

-Uff, por dónde empezar. Me siento en una nube, en una nube de placer sexual.

Lo adoro, me encanta que me utilices, que me digas todo aquello que expreses y logres hacerme sentir de esa manera, es emocionante poder emplear una forma de comunicación tan atrevida, que liberes a la parte más atrevida que habita en mí, es una sensación muy liberadora. Sentirme humillada, sorprendida con novedades, la idea de los pezones ni siquiera había cruzado mi mente hasta ahora, aunque me cause dolor, me ha excitado. La situación de tener a las vecinas a una corta distancia mientras me penetrabas por detrás fue absolutamente increíble, y lo de la ducha de esta mañana, antes de que salgas, aceptaré todo lo que me ofrezcas. Aunque es imposible abordar todo al mismo tiempo, me resulta estimulante saber que hay una lista y que tú conoces todos mis deseos más oscuros, que puedes ponerlos en práctica en cualquier momento, que siempre debo estar a tu disposición, que me encuentro a tu merced, pero confío plenamente en ti. Solo el pensar en ello me provoca excitación, desearía poder gritar de placer en el momento en que hacemos el amor, y que todos sepan cuando alcanzo un orgasmo. Que mis amistades fueran testigos de cómo disfruto de mi rol de sumisa. No sé cuándo ni cómo terminará esto, considerando nuestra edad, aunque sabemos ocultarlo muy bien tras puertas cerradas jeje... y tu estado civil, noté una expresión seria en mi rostro, no voy a solicitarte que cambies nada, eso está claro, "lo dejaste bastante claro", pero me gustaría aprovechar al máximo esta situación, Amo-Sumisa.

Hasta ahora he disfrutado enormemente de todo lo que hemos explorado en el ámbito sexual, que me humilles y me desconcierte el hecho de que ahora te preocupas por mi bienestar y cómo me siento, que me cuides, todo eso resulta gratificante y le otorga un valor añadido a esta relación, si es que se le puede llamar así.

Me mantienes excitada todo el día, ansiosa por descubrir lo que has preparado para mí, y me encanta. No habría imaginado en mis pensamientos más secretos la cantidad de placer que experimento con tus acciones, y mucho menos a esta altura de nuestras vidas.

Quiero más, deseo que me brindes más, que me lleves al límite, hay poco que pueda añadir al respecto.

Que seas mi sumisa no significa que no me preocupe por ti o tu bienestar, ni que tenga que tratarte de forma cruel. Me alegra saber que estás disfrutando de tu nueva condición de sumisa, me agrada sacar a relucir a la Perra que habita en ti, no permitiré que quedes en evidencia frente a nadie, ni haré algo que pueda perjudicarte.

Estas son tus instrucciones:

Deseo estar informado en todo momento de tu ubicación, horarios y compañías, mantente atenta al teléfono, si te indico que vayas a un lugar a una hora específica, hazlo. Cuando te informe que estoy llegando (si te lo comunico), quiero que me recibas de manera provocativa pero con elegancia, llevando tacones y medias, ropa interior de lencería, olvida las bragas convencionales, deseo tener a mi Puta siempre lista para ser utilizada.

No se preocupe Amo, así lo haré (retomó su papel).

Adquiriremos cámaras adicionales para instalar en la casa. Quiero que sientas que me perteneces.

Realiza copias de las llaves y el mando, y llévalas siempre contigo.

Ahora quiero que grabes un video relatándome todo lo que has mencionado, mientras te desvistes y te acercas para realizarme sexo oral.

A pesar de que pensé que cuestionarías esta petición, no fue necesario decirte más, con una expresión de deseo marcada en su rostro, se situó en el centro de la sala y, sin apartar la mirada, empezó a desvestirse, manteniendo las medias y los tacones, se puso en cuclillas y se acercó lentamente a la cámara, expresando que ahora pertenecía a su Amo, que su zona íntima estaba constantemente húmeda y que la habían penetrado por todos sus orificios, había experimentado en tres días una vida sexual mucho más plena de lo que jamás había experimentado, incluso en sus fantasías más atrevidas, le complacía ser utilizada y disfrutaba como la Zorra que era.

Ahora, comienza a practicar sexo oral, Puta, lo dije para asegurarme de que se escuchara claramente en la grabación; ella empezó a complacerse, dirigiéndose a la cámara, dándole largas lamidas antes de engullir, desafiando con la mirada al objetivo del teléfono, con semblante de una Viciosa Puta.

Sube encima y empieza a tener relaciones, Zorra. Dejé el teléfono grabándola.

Gracias, Amo, estoy deseando mucho esto, sentir cómo tu miembro entra en mí. Se dejó caer para penetrarse. Mientras sonreía, empezó a cabalgar lentamente, causando.

pequeños círculos con su trasero, de frente como la tenía, podía besarla, le mordía los pezones, se los pellizcaba, mientras ella comenzaba a gemir, aumentó la velocidad. No resistiríamos mucho.

-Aggg, aggg, Amo me corro, ¿puedo? Me encanta que se corra dentro. Uff uff. Por favor

-Espera Zorra, quiero que te corras mientras grabo cómo lo haces, la hice girar por el sofá quedando encima, tomé el teléfono cambiando su posición, ella rodaba los ojos, mordía sus labios, recorría sus labios con su lengua, comenzó a jadear apretando mi cuerpo contra el suyo hasta llegar al clímax, al final, a manera de dedicatoria, se dirigió a la cámara..."Así es como folla y se corre una Puta con su Amo".

-¿No olvidas algo? Mientras seguía grabando.

-Gracias por tu leche, Amo. Se tiró al suelo y empezó a limpiármela, sin dejar de mirarme.

Ya era medio día y debía marcharme, las vecinas permanecían en el pasillo y aunque guardaron silencio al abrir la puerta, me despedí saludándolas de nuevo, Isa me acompañaba para abrir el garaje con una expresión de plena satisfacción. Todos sabíamos/intuíamos lo ocurrido tras la puerta. Al despedirme en el garaje, le di un beso introduciéndole la lengua hasta la garganta, a lo que respondió sin importar si nos veían, mientras volvía a pellizcarle los pezones que resaltaban sobre la camiseta que se había puesto para salir, estaban rígidos, suspiró, señalando que cada vez le gustaba más, lo que motivó su próxima tarea.

-Te pellizcarás cada vez que vayas al baño durante 10 minutos, y llevarás el tapón puesto mientras lo haces, pero no podrás llegar al clímax, quiero que estés muy sumisa cuando regrese. Quiero que te mires y veas tu rostro cuando estés excitada.

-Gracias Amo, así lo haré.

Me dediqué todo el día tranquilamente a mis asuntos, necesitaba descansar de las sesiones que había tenido con mi Perra y debía planificar una estrategia para poder disponer de ella cuando quisiera sin levantar sospechas.

Continuará.

Si alguien desea contactarme, puede hacerlo a mi correo: [email protected], siempre y cuando lo haga con cortesía y respeto, siendo adultos, entendiendo lo que cada uno busca y desea.

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