Eran cerca de las 8:30 de la mañana, me levanté algo desanimada al notar la ausencia de Belén en mi cama. Luego de hacer mis necesidades matutinas y asearme, me dirigí a su habitación con la esperanza de que sus enfados y celos infantiles hubieran cesado.
La puerta estaba entreabierta. Había luz en la estancia y decidí entrar sin llamar. Belén se encontraba acostada en la cama, mirando hacia arriba y sin ropa. Se estaba estimulando con uno de sus juguetes, un consolador de látex de 20 cm que entraba y salía con destreza de su húmeda vagina.
-Buenos días, mi amor, ¿Aún estás enfadada?- Saludé con cierta timidez fingida.
-Buenos días, cariño, ven y quítate el pijama.- Me respondió con una sonrisa encantadora.
Me desvestí delante de ella, quedándome en ropa interior y manteniendo contacto visual mientras continuaba con su autoestimulación. Me acaricié los pezones, sintiéndome excitada y generando humedad en mis partes íntimas.
-Quítate también las bragas, quiero verlo todo, mi amor.- Ordenó mi hija entre suspiros.
Asentí y dejé caer mis calzones negros de encaje, mojados y testigos de nuestra noche de pasión prohibida. Me recosté en la cama, abriendo la boca para recibir de manos de Belén su juguete impregnado con sus fluidos que tanto placer me proporcionaban.
-¿Te gusta mi sabor, mamá?
Me encanta, y también tu aroma íntimo. Ambos me embriagan.- Respondí con voz entrecortada, con el consolador casi en mi boca.
Belén esbozó una leve sonrisa y me besó, introduciendo su lengua enérgicamente en mi boca. Llevó su mano a mi entrepierna y notó lo excitada que estaba, comenzando a estimularme.
-Estás muy húmeda.
-Siempre estoy así por ti.- Le respondí, mordiendo su labio inferior y explorando su boca con mi lengua.
Abrió mis piernas y empezó a estimular mi clítoris ávidamente. Separó mis labios y los succionó como si estuviera disfrutando de una deliciosa sopa caliente. Su lengua intentaba penetrarme y llegaba incluso a mi zona trasera, la cual estaba aún dilatada y sensible por las acciones de mi hija durante nuestro primer encuentro. No pasó mucho tiempo, apenas unos segundos, para que experimentara un intenso orgasmo matutino. Mis fluidos salpicaron el rostro de mi amada Belén, causándole un placer que no podía ocultar en su expresión.
-¡Oh, sí, qué bien lo haces! ¡Me vuelves loca, mi cielo, sigue así, no pares, ¡Me corrooo!
Saboreó con dedicación mi elixir íntimo y dijo:
«Lamento haber sido tan brusca contigo anoche en nuestra primera vez, mamá. Debería haber sido más cuidadosa, pero me invadió la envidia al ver la forma en que te mirabas con Susana…»
-No te preocupes por eso, cariño. No puedo negar que tu amiga es atractiva y sensual, pero te amo y lo último que deseo es que sufras.- Respondí entre suspiros.
-Además, el dolor de la experiencia anal reveló en mí sensaciones desconocidas. Disfruté de la incomodidad que me provocaste.- Añadí, besando sus labios.
-Gracias.- Contestó Belén con una sonrisa.
Se levantó y fue a buscar el arnés que habíamos utilizado la noche anterior para la penetración anal, dejándome apreciar su cuerpo desnudo y la exuberante frondosidad de su zona íntima.
-Mamá, quiero que me desvirgues analmente.
-¿Ahora mismo? - Pregunté receptivamente.
-Sí, ahora. Lo necesito. Y quiero sentir dolor, quiero recordar este momento tan especial para nosotras. Es un acto de amor y entrega completa hacia ti. - Afirmó mirándome seriamente a los ojos.
-Está bien, amor, lo haremos ahora si así lo deseas.
-Gracias, cariño.- Respondió mi hija, radiante y feliz.
Se dirigió rápidamente al baño con el arnés en la mano. Lo limpió y lubricó, luego lo ajustó en mi cintura. Preparó su zona posterior con lubricante. Se acostó de lado en la cama y se
Se recostó en la cama y me hizo una señal con la mirada para indicar que podía empezar.
Me coloqué detrás de ella y me tumbé de lado. Apunté con la punta del arnés hacia su ano y moví mis caderas suavemente hacia adelante. Su estrecho y pequeño agujero trasero se resistía. Apenas logré avanzar con nuestro plan.
-Sin temor, mamá, empuja suavemente. -Pidió Belén con dulzura, buscando mi mano para unirla a la suya.
-No quiero hacerte daño, amor. -Respondí mientras besaba su cuello y olía su cabello.
-Quiero tenerte dentro, hazlo ahora por favor. -Me suplicó impacientemente.
-Está bien cariño, respira hondo y suéltalo poco a poco. -Le dije con ternura.
Antes de que mi hija empezara a exhalar, empujé con fuerza hacia su agujero y este cedió para admitir en su interior el glande de látex que llevaba puesto. Belén gritó bruscamente, sintió un dolor intenso y ardor que se volvía insoportable.
-¡Ay, Helena, me duele mucho! ¡No puedo soportarlo! -Exclamaba mi hija entre lágrimas.
-Aguanta cariño, lo peor ya pasó, ahora irás dilatando poco a poco. -Comenté mientras veía una gota de sangre alrededor del arnés. Empecé a penetrar su trasero suavemente, tratando de hacer entrar cada vez más mi juguete de látex en su interior.
-Detente un momento, por favor, Helena, no aguanto más. -Suplicó apretando mi brazo con su mano.
-¿Quieres que pare, amor? No es necesario seguir causándote más dolor.
-No te detengas, solo déjame respirar, ¿vale? -Me respondió mientras acariciaba su clítoris hinchado.
Después de tomar aliento y de que el arnés comenzara a deslizarse por su cavidad oscura, me pidió que continuara. Aumenté el ritmo de mis movimientos y sus llantos se transformaron en suspiros y gemidos. Mi hija había empezado a disfrutar del dolor anal, y pude sentir sus orgasmos al tocar su zona vaginal.
-Así, más fuerte, amor, ¡quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por ti, Helena! ¡Hazlo más rápido, ámame, quiero que sientas mi entrega y amor por
fueran una única.
-Ahora tengo que dirigirme a la ciudad, mi amor. Quiero obsequiarte algo que te causará especial alegría - Expresó Belén con una sonrisa enamorada.
-Regresaré lo más pronto posible, ¿de acuerdo?
-Muy bien cariño, me tienes intrigada. Quiero descubrir cuál es mi regalo, ¡vaya! - Respondí jovial y cariñosa.
-Es algo precioso, que anhelas, y ahora que somos esposas ya no temo que ocurra. - Contestó mientras se alejaba por el pasillo.
Después de limpiar y ordenar la cocina tras el desayuno, me encaminé a mi estudio para pintar. Tenía la intención de terminar un paisaje marino que había dejado de lado últimamente y debido a mi estado emocional, me sentía con energías para completarlo.
Habían transcurrido dos horas desde que mi esposa se marchara a la ciudad. El tiempo había volado. Mi paisaje avanzaba y cobraba vida, empezaba a mostrar forma, color, perspectiva y belleza. Me sentía dichosa, estaba recuperando mi pasión por pintar. El día no podía ser mejor… ¿o sí?
De repente, escuché el claxon de un automóvil, era Belén anunciando su llegada. Sonreí como una joven enamorada, dejé los pinceles preparados y bajé para recibirla con un beso. Descendí las escaleras lentamente, como me gustaba, sintiéndome más elegante, más como una dama, tal y como siempre quería ser. Una dama, y ahora una dama casada.
-¡Helena, ya he regresado a casa! ¿Puedes acercarte un momento, por favor? - Exclamó Belén desde la entrada principal.
-¡Enseguida, cariño! - Respondí mientras mis ojos se quedaban sorprendidos al ver que mi hija venía acompañada. Era ella, Susana, la amiga camarera que conocí la otra noche en la ciudad.
Vestía pantalones de cuero negros, con un cinturón ancho decorado con una hebilla grande en tonos dorados, una chaqueta de cuero negra y una camiseta de los Stones debajo. Me encantan los Stones, jeje.
-Hola Helena, me alegra volverte a ver - Dijo Susana mientras nos acercábamos la una a la otra. Nos dimos dos besos y un abrazo. Apenas pude sentir su pecho contra mis manos, ya que sus senos eran prácticamente inexistentes. Esto despertaba en mí el deseo y la curiosidad de poder contemplarlos en algún momento. Al concluir el abrazo, nuestras miradas se cruzaron durante unos instantes. Suficientes para que Belén percibiera la tensión entre nosotras y, sonriendo pícaramente, rompiera ese instante tomándola del brazo y dirigiéndose hacia mí diciendo:
«Voy a robarte un momento a nuestra invitada, cariño, quiero mostrarle nuestro hogar.»
-Perfecto cielo, mientras tanto prepararé algo de comida. Desconocía que hoy tendríamos una invitada. ¿Te gusta el brócoli y el entrecot, Susana? Eso es lo que tenía planeado para la comida hoy. - Pregunté, dirigiendo mi mirada a sus ojos grises felinos.
-Me encanta el brócoli, Helena, y la carne también suena deliciosa.
-Entonces, tenemos nuestro menú para hoy. - Respondí, observando cómo mi hija y su amiga rockera se alejaban tomadas del brazo por el largo pasillo de mi hogar. Quedé sola en la entrada de la casa, con mis braguitas empapadas de deseo.
Una vez preparada la comida, me dirigí a mi habitación para cambiarme. Deseaba lucir guapa y elegante para mi hija, y también para Susana. Elegí un vestido de color crema con tirantes finos que cubría mi cuerpo hasta los tobillos. Lo realcé con un cinturón ancho marrón que marcaba mi cintura, ajustándose a mi figura. Después de maquillarme y arreglar mi cabello, bajé de nuevo en busca de las chicas.
Recorrí toda la planta baja de mi casa sin encontrarlas. Decidí buscarlas en la piscina, el lugar preferido de Belén. Al acercarme al borde de la piscina, empecé a escuchar sus voces, acompañadas de chapoteos y risas, confirmando su presencia y su buen ánimo.
Abrí la puerta de la piscina.y observé sobre una toalla, la vestimenta interior doblada a la perfección. Algunas bragas culotte con encaje negras que reconocí inmediatamente, porque yo misma se las había obsequiado recientemente a mi hija; y una braga brasileña blanca opaca que deduje era de Susana. Disfrutaban de su desnudez en la piscina.
-Hola chicas, la comida ya está preparada. Deberían cambiarse, se está haciendo tarde.- Saludé acercándome a ellas.
Susana y Belén se encontraban en una de las esquinas al otro lado de la entrada, donde me ubicaba yo. Deduje que su charla era agradable, porque en ambas se destacaba una sonrisa, interrumpida por mi presencia. Capté rápidamente su atención.
-Hola amor. Tanto Susana como yo te echábamos de menos. Pensábamos que te unirías a nosotras para nadar.- Dijo mi esposa acercándose a nuestra invitada para darle un beso y fusionarse con ella en un húmedo beso.
Susana, luego de corresponder durante unos instantes, se apartó de repente, perdiendo su mirada en el fondo de la alberca. Mi hija me miró fijamente, como si intentara descifrar lo que estaba pensando y sintiendo en ese momento. Excitada y sorprendida, decidí retirarme y regresar a la casa.
-Por favor, no tarden en cambiarse, ya es hora de comer algo, las espero en casa.
-Nos cambiaremos enseguida, cariño.- Respondió Belén, mirando a Susana con picardía mientras tocaba su nariz con un dedo.
Me dispuse a poner la mesa, todo estaba listo. La comida transcurrió entre risas y anécdotas sobre mis días en la universidad y cómo habían cambiado los tiempos desde entonces. Susana se sentó frente a mí, permitiéndome admirar sus hermosos ojos grises. Las miradas cargadas de deseo y complicidad eran constantes. Todo bajo la discreta vigilancia de mi hija, que mostraba una actitud risueña y cómplice, inspirándome confianza, seguridad y un estado de plenitud que había añorado por mucho tiempo.
-¿Por qué no le muestras el jardín a nuestra invitada, cariño? Mientras tanto, yo recogeré la mesa y limpiaré todo, ¿te parece?- Sugirió Belén levantándose de la mesa y retirando los platos con su habitual dulzura, dedicándome una mirada cómplice.
-¿Te gustaría, Susana?
-Me encantaría- Respondió la joven, clavando sus ojos en mi escote apenas por un instante.
Tomé su mano y nos dirigimos hacia los jardines, necesitaba sentir su piel. Al tocar su mano, mi piel se erizó y mis latidos se aceleraron de inmediato. Comencé a transpirar y, sobre todo, a estar mojada una vez más.
-Dime, Susana, ¿eres de aquí?
-No, soy de Ávila. Vine a estudiar a la universidad. Comparto un apartamento con dos compañeras más de la universidad.
-Conozco Ávila, es un lugar hermoso, con esos edificios medievales, su muralla...
-Sí, es muy bonito
-¿El trabajo de camarera te alcanza para costearte la universidad y el alquiler?
-No, mis padres me ayudan siempre que pueden, somos de condición humilde, y busco tener alguna fuente adicional de financiamiento.- Dijo con cierta timidez sin soltar mi mano; mientras paseábamos por la finca bajo la sombra de los árboles.
-¿Fuente adicional? No entiendo-
-Sí, me da vergüenza hablar de esto Helena, temo que te parezca humillante como mujer- Expresó con alivio.
-No temas, siéntete libre de contarme lo que desees- Respondí acariciando su pálida mejilla. Ella, al sentir mi mano en su piel, cerró los ojos por un instante.
-Está bien, mi fuente adicional de ingresos proviene de mi ropa interior - Reveló.
-¿Tu ropa íntima? No entiendo, ¿acaso diseñas lencería? - Pregunté confundida.
-No, no es eso... Vendo mis bragas usadas por internet - Mencionó bajando la mirada como una niña después de una travesura.
-Vaya...Y ¿Posees mucha demanda? - Entre nosotras se estableció un silencio que fue seguido por una ola de risas a carcajadas, mientras nuestras miradas se encontraban. Nos abrazamos y, llena de excitación, deslicé mi mano por su nuca y la besé con pasión. Susana dejó su boca entreabierta, permitiendo que mi lengua explorara la suya. Mis manos recorrieron su figura, desde sus glúteos hasta sus diminutos pechos. Anhelaba verla desnuda, poseerla y sentir que era mía... Deseaba compartirla con Belén, y sabía que ella también lo deseaba. Fue ella quien sugirió invitarla.
-Entremos, cariño -le dije tomando su mano de nuevo.
Ascendimos al piso superior de la vivienda, donde se encontraba nuestra habitación. Al abrir la puerta, nos topamos con Belén, desnuda y recostada en nuestra cama, con las piernas abiertas y uno de sus juguetes íntimos en su entrepierna.
-Os estaba esperando -declaró mi hija, cerrando los ojos y aumentando el ritmo de sus caderas, anticipando su orgasmo.
-¡Increíble, Belén, qué atrevida eres! -exclamó Susana, mostrando una mirada lujuriosa y sorprendida.
Me posicioné detrás de Susana, besando su cuello y dejando que mis pechos rozaran su espalda. Mis manos acariciaron sus pechos juveniles, mientras le susurraba palabras subidas de tono junto a su oreja. Absorta en mis caricias, giró su rostro en búsqueda de mis labios. De mi boca escapó un hilo de saliva que se fundió con la suya al encontrarse. Acto seguido, nos besamos con deseo y apetito voraz.
Desabroché su pantalón, que cayó hasta sus tobillos. Bajé sus bragas y besé sus nalgas. Disfrutaba de su piel suave y pálida, separé sus glúteos y besé sus labios vaginales, completamente lisos. No había rastro de vello. Lubriqué su ano con saliva y comencé a estimularlo. Su sabor era delicado y dulce, indicando una higiene impecable. Disfruté de sus esencias. Luego, mi lengua regresó a su vagina, empapada de sus jugos que contrastaban con los de su estrecho y oscuro recto.
Belén actuaba como espectadora privilegiada, mientras su vagina era estimulada por su juguete, emitiendo un sonido húmedo y cautivador característico de la masturbación.
Indiqué a Susana que se dirigiera a la cama. Se colocó frente a Belén a cuatro patas. Mientras observaba su desnudez, me deshice de mi vestido, medias y húmedas bragas. Con suavidad, empujé la cabeza de Susana hacia las piernas de mi esposa. Ella obedeció con sumisión y comenzó a lamer el clítoris de Belén, haciéndola alcanzar otro orgasmo.
-¡Así, Susana, sigue así, no pares! -exclamó Belén.
-¿Te gusta lo que hago? -preguntó Susana mientras exploraba con su lengua la intimidad de mi hija.
-¡Estoy a punto de llegar, sí, ahí va! -gritó Belén apretando la cabeza de Susana contra su entrepierna.
Tras saborear con dedicación los fluidos de mi hija, Susana se puso de pie y buscó mis labios para compartir el néctar, fundiéndonos en un beso cargado de deseo.
Belén se levantó y se retiró al baño para asearse. Indiqué a Susana que se acostara boca arriba y me posicioné entre sus piernas, juntando nuestras intimidades. La fricción de nuestros labios y fluidos me llevó a experimentar un intenso orgasmo. Era maravilloso correrme mientras nuestras miradas se encontraban en perfecta sintonía. Casi al unísono, Susana emitió un gemido de placer, convulsionando su cuerpo y liberando una cantidad generosa de fluidos. Me aparté de su vagina y busqué sus labios en busca de un beso. Entonces, me giré y coloqué mi zona íntima sobre su rostro angelical, sintiendo cómo su boca me devoraba con avidez. Mientras disfrutábamos de un apasionado sesenta y nueve, mi hija regresó del baño, abrió el cajón de la mesita de noche y empezó a colocarse un arnés.
Sin decir una palabra
Interrumpió nuestro deleite, tomando el cuerpo de Susana como si le perteneciera, y comenzó a frotar el pene de látex por su gran clítoris. Debo mencionar que Susana tenía un clítoris muy amplio, parecido a un micropene, y estaba muy hinchado debido al tremendo calentamiento que experimentaba.
Susana se mostraba sumamente complacida al ser tratada de esa manera, le gustaba sentirse utilizada, sometida, sumisa… Eso enloquecía a Belén, yo la conocía bien; y a mí también.
Susana volvió a alcanzar el clímax, siendo estimulada por el arnés, eyaculando pequeñas y delicadas descargas, de forma intermitente y acompañadas de suaves gemidos de gata sumisa.
-¡Hazlo ya amor!- Suplicaba Susana en pleno éxtasis.
Belén cumplió feliz y penetró la suave y dilatada mucosa vaginal de su amiga. Acercó su cuerpo al de Susana uniendo sus pezones y facilitando una penetración profunda. Yo, sudada, excitada y ansiosa, esperé a que ambas separaran sus cuerpos y me senté encima de Susana. Casi de inmediato, y tras sentir la lengua de nuestra nueva amante explorar mi húmeda cavidad, volví a llegar al orgasmo. Esta vez de forma más suave y prolongada, permitiéndome disfrutar por más tiempo. Me bajé de su bello rostro y besé y lamí cada parte de su cara con mi lengua. Luego, con ayuda de la mano, acerqué mis grandes pezones oscuros a su boca para que los saboreara, permitiéndome disfrutar por más tiempo en un estado continuo de excitación.
Belén quedó extenuada sobre el cuerpo de Susana, mis manos recorrieron su cuerpo sudoroso, lo acariciaron, abrieron sus glúteos y con uno de mis dedos penetré su ano, después de mantenerlo dentro por varios segundos, hice que Susana probara su sabor. Ella lo saboreó lentamente, como si quisiera retenerlo en su paladar para siempre...
Otros relatos que te gustará leer