Arturo bebi贸 un poco de caf茅 y dej贸 la taza sobre el escritorio.
- Laura. - mencion贸 con tono profundo mirando a la mujer que estaba frente a 茅l.
La aludida se manten铆a de pie, firme, esperando indicaciones, apoyando el peso de su cuerpo en la rodilla derecha. El cabello oscuro recogido en una coleta, gafas de montura negra, vestida de una pieza del mismo tono. Piel clara, estatura mediana, algo rellena, trasero generoso, ligeramente tembloroso y senos de buen tama帽o.
- Lev谩ntate el vestido.
Laura obedeci贸 dejando al descubierto unas bragas blancas.
- B谩jate las bragas.
La mujer se baj贸 las bragas hasta las rodillas. Su rostro impasible, como alguien acostumbrado a obedecer sin resistencia.
Arturo contempl贸 la densa mata de vello que sal铆a de la entrepierna de su asistente.
Se puso de pie y camin贸 hacia atr谩s de la empleada.
Observ贸 las nalgas desnudas, algo ca铆das. La celulitis acumulada justo donde se un铆an los gl煤teos con los muslos.
Sin previo aviso, golpe贸 con la palma de su mano la nalga derecha con la suficiente fuerza para hacer mover la piel. Luego, sin que la mujer opusiera resistencia alguna, introdujo la mano por detr谩s y penetr贸 los dedos en la vagina.
Laura gimi贸 perdiendo moment谩neamente la compostura.
- 驴Recuerdas la semana pasada, cuando de rodillas me complaciste? Bueno, hoy sentir谩s mi miembro dentro de tu ano. Incl铆nate sobre la mesa.
- Se帽or. - susurr贸 la aludida.
- Te voy a penetrar analmente. 驴Lo comprendes?
Arturo, con cierta premura, desabroch贸 el cintur贸n y el bot贸n de los pantalones. Luego apart贸 la tela de sus calzoncillos y dej贸 al descubierto su miembro viril erecto y palpitante.
- Separa un poco las piernas. As铆 est谩 bien.
Ayud谩ndose con una sustancia similar a la vaselina, masaje贸 el ano de la mujer introduciendo los dedos.
- Rel谩jate... rel谩jate por completo.
- Se帽or, yo...
- No te preocupes, si es necesario puedes expulsar gas.
Ruborizada por primera vez, Laura relaj贸 los m煤sculos y su esf铆nter dejando salir aire ruidosamente.
A Arturo no le import贸 eso. Al contrario, el fuerte olor de la flatulencia lo excit贸 a煤n m谩s.
- Eres una persona atrevida... una mujer que me estimula. - expres贸 en voz alta acariciando las nalgas.
- Voy. - anunci贸 colocando la punta del pene en el orificio.
- Despacio. - pidi贸 Laura en un susurro.
Poco a poco, con cuidado, el hombre introdujo su miembro en el estrecho conducto mientras con una mano estimulaba el cl铆toris.
Tras un par de penetraciones, retir贸 su miembro y lo introdujo en la vagina. Empuj贸 con firmeza arrancando un gemido de placer. Animado por la pasi贸n, excitado por las se帽ales sexuales que saturaban sus sentidos, embisti贸 una y otra vez como pose铆do mientras el cuerpo de Laura, fuera de control, se mov铆a convulsivamente entre oleadas de placer. El orgasmo lleg贸 para ambos casi al mismo tiempo. Arturo, en el 煤ltimo instante, apretando las nalgas y conteniendo la explosi贸n, sac贸 su miembro y eyacul贸 sobre las suaves posaderas de su subordinada.
Luego, tomando pa帽uelos de papel, limpi贸 el semen en las nalgas de la asistente.
Un momento despu茅s, Laura tom贸 m谩s pa帽uelos de papel y se ocup贸 de limpiar sus genitales. Arturo hizo lo propio con los suyos.
- Bien, con esto se olvida el error en el informe.- mencion贸.
Laura asinti贸 y le agradeci贸.
Luego se dio la vuelta y se dirigi贸 hacia la puerta con un andar seductor.
Arturo pens贸 en la pr贸xima ocasi贸n. En el pr贸ximo acto sensual.
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