El sitio donde trabajo es compacto pero no excesivamente grande. Ella simulaba que no podía pasar por un pasillo estrecho y empujaba su amplio trasero contra mi miembro erecto. Después de una jornada entera en la que me estuvo provocando, me sentía realmente tentado a agarrarla por su delicada cintura y mover mis caderas. Es sorprendente cómo un cuerpo tan elegante y esbelto puede armonizar tan bien con unas nalgas tan voluminosas. Durante el constante movimiento de vaivén, percibí cómo mi pantalón quedaba atrapado entre sus prominentes glúteos y al avanzar hacia adelante, era casi como si fuese a rasgarse. No me sorprendería si ella supiera cómo bajar la cremallera y liberar mi pene sin usar sus manos.
Deseaba descender su ropa interior y introducir mi miembro bajo su falda. Sin embargo, pude contenerme. Ella se encaminó hacia el final del pasillo y con una mirada seductora me hizo señas para que la siguiera a la próxima habitación, mientras casi podía imaginar cómo su estrecha vagina ansiaba un pene. Dejó la puerta entreabierta. Sabía que no había nadie más en esa sala... Solo ella... Y pronto estaría conmigo entregándose entre sus piernas y sus ojos en éxtasis.
Di un paso al frente, pero un escalofrío recorrió mi espina dorsal y me detuve en seco.
Anhelaba ingresar en la habitación y hacer de esa chica mi amante... pero mi esposa en casa nunca me lo perdonaría.
Apreté los dientes y salí de la habitación, directo al baño.
Nunca pensé que me masturbaría en un baño del trabajo, me parece el lugar más insulso para hacerlo... pero necesitaba aplacar esa energía que me llevaba al borde del abismo entre sus piernas.
Sentí remordimiento, pues en mi mente eran los labios de la mujer los que me practicaban sexo oral. Eran sus senos los que me envolvían y su vagina la que yo penetraba hasta vaciar todo mi semen en su interior.
Finalmente terminé. Todo ese maldito deseo quedó absorbido por unos siete trozos de papel higiénico. Me desconcierta cómo ese fluido, cuando se encuentra en los testículos, se convierte en una obsesión por la que podrías arriesgar tu vida con tal de depositarlo en una vagina. Además, había eyaculado bastante semen; innumerables espermatozoides y uno solo podría provocar un embarazo.
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