El relato inolvidable de mi esposa y una fiesta


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Las experiencias vividas junto a mi esposa y nuestro grupo de amigos siempre son interesantes. En esta ocasión, fue el cumpleaños de Ricardo, esposo de Donnatella, quienes comparten ciertas inclinaciones liberadas. Mi esposa Rudy y yo fuimos invitados a la celebración en un fin de semana de junio por Donna.

Rudy lucía un vestido rojo provocativo, mostrando su sensualidad con un atuendo revelador y elegante. Su presencia era impactante, con un look atrevido que resaltaba su belleza natural.

Al llegar, fuimos recibidos calurosamente por nuestros amigos. Bailamos, bebimos y disfrutamos de las delicias servidas. En cierto momento, me invitaron a tomarme unas copas en una zona apartada con mesa de billar. Antes de ir, Rudy me informó que estaba charlando con Naty y otra amiga, sin inconvenientes.

Después de un tiempo, salí de la sala debido al humo y el alcohol. Al volver, vi a mi esposa con Naty, su esposo y dos hombres de tez morena, todos conversando animadamente mientras Donna les servía bebidas. Al reunirme con mis amigos, noté que algunos ya no estaban presentes. Nos sumergimos en una partida de billar y perdí la noción del tiempo. Al salir de la zona de juegos, noté la ausencia de mi esposa.

Recorrí diferentes áreas en su búsqueda, pero no lograba encontrarla. Ricardo me informó, con una sonrisa enigmática, que Rudy había subido hacía unos 30 minutos y no había bajado. Con ansiedad, subí las escaleras y comencé a inspeccionar las habitaciones en busca de mi esposa, sin éxito inicial.

En una habitación vacía, escuché gemidos provenientes de una habitación contigua. Con precaución, me acerqué a la puerta y pude observar una escena íntima: una mujer era penetrada por un hombre de piel oscura mientras eran observados por otra pareja. La incertidumbre y el morbo se apoderaron de mí en ese momento.

La mujer se entregaba apasionadamente al hombre, mientras él la estimulaba de distintas maneras. La escena era intensa y desinhibida, despertando sensaciones desconocidas en mí. En medio de esa unión, descubrí a mi esposa, con una expresión de placer indescriptible en su rostro. La visión era impactante y reveladora, mostrándome una faceta desconocida de Rudy.

La atención se centraba en el éxtasis de la pareja interracial, mientras otros observaban y se excitaban. Cada movimiento, cada gesto, revelaba una faceta desconocida de aquella noche inolvidable.

Quedé atónito y con una erección que parecía que iba a explotar, no podía creer cómo esa enorme verga del hombre de color entraba en su estrecha vagina... En un momento se apartó y se colocó encima del otro hombre de color que ya estaba cómodamente sentado en el sofá. Esta vez se puso de espaldas y al principio noté que cerraba los ojos al bajar... Poco a poco se movía y finalmente se dejó caer de espaldas sobre el hombre. Pude ver una vagina roja dilatada y supuse que el tipo la estaba penetrando analmente. El hombre agarraba sus caderas y la levantaba y bajaba como si fuera un sistema de suspensión de vehículo...

Mientras tanto ella gemía y se estimulaba el clítoris para obtener más placer. El esposo de Naty agarró su pene y se colocó frente a mi esposa para introducir su pene en su vagina con un solo movimiento, esa doble penetración fue interminable para mí; contemplé cómo mi esposa se movía arriba y abajo sobre esas dos vergas y los tipos la penetraban con fuerza. El sudor en sus frentes, pechos, piernas, las venas resaltadas y el crujir de sus dientes reflejaban toda la pasión y fuego que le brindaban a mi esposa. Después de un rato, ella empezó a eyacular para regalarles a los machos que la satisfacían... Se movía de forma frenética y luego comenzó a gritar... ¡quiero ser preñada! ¡Quiero que me dejen todo adentro! ¡Quiero un hijo de cada uno de ustedes! ¡Dénmelo! Y así los tipos comenzaron a jadear y a eyacular con una fuerza descomunal dentro de la vagina y del ano de mi mujer, todo fue rápido, intenso y luego disminuyó...

Se separaron y los hombres se sentaron en el sofá... Mi esposa se arrodilló y empezó a practicar sexo oral en sus penes hasta dejarlos limpios. El otro hombre que estaba al principio se masturbaba y mientras mi esposa hacía lo suyo, se acercó por detrás y comenzó a masturbarse en las nalgas de ella; cuando estaba a punto de llegar al clímax, colocó su glande en la entrada de la vagina y eyaculó dentro de su ano.

Los tres hombres se sacudieron y salieron como si nada hubiera pasado, mientras tanto me deslicé por las escaleras y bajé al primer piso... Al poco tiempo aparecí y vi a mi esposa bajando, en la sala estaban los dos hombres de color y el esposo de Naty. Mi esposa me dijo que estaba cansada y quería irse a casa... Asentí y mientras nos íbamos, esos tipos se tocaban las vergas mirando el trasero de mi esposa.

Nos despedimos de Donna y Ricardo. Este último me propuso que nos invitaba a Rudy y a mí a dar un paseo en su yate... Le dije que aceptábamos encantados y miré a Donna, que era una mujer encantadora con unas caderas y nalgas increíbles. Ella me lanzó una mirada llena de lujuria... Y pronto llegó la hora de irnos.

En el auto, le pregunté a mi esposa qué pasaba y me dijo que había bebido mucho con sus amigas y que los tragos le habían afectado. Creo que fue la intensidad con la que esos tipos le eyacularon.

Llegamos a casa y ella se fue a duchar... Al salir, se fue directo a dormir, mientras yo seguía excitado. Naty me envió un mensaje y me dijo que había estado teniendo relaciones sexuales con un amigo de su esposo... Me dijo que creía que Rudy se había portado mal... Que le revisara la vagina... Le dije que no había problema y que al día siguiente le tocaría a ella y a Naty, ya que necesitaba desquitarme con sus pechos.

Mientras estaba en la cama, mi esposa dormía a mi lado solo con una camisa, dándome la espalda y enseñándome sus grandes nalgas. Recordaba esos momentos viéndola con esas enormes vergas y me acariciaba los testículos. Observaba su ano abierto y lleno de semen. Su amiga Naty es igual de libertina y sé que ambas tienen encuentros sexuales. Al día siguiente, seguro vendrá Naty y planeo tener sexo con las dos, pero antes, provocaré un encuentro entre ellas mientras me masturbo. También tengo pensado invitar a un par de amigos a quienes debo dinero... Para que tomen de sus nalgas como compensación y pasar un buen rato. Ya les contaré.

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