Hola compañeros. Desde hace unos cuantos meses, mi compañero Manolo y yo intercambiamos fotografías de nuestras parejas mostrando su desnudez.
Todo comenzó en una ocasión, en un bar y luego de varias copas.
No recuerdo cómo surgió el tema, pero le mencioné a Manolo que disponía de numerosas fotos de Alicia, mi esposa, en situaciones íntimas que le tomaba sin que ella se percatara, incluidos videos de nuestras relaciones sexuales.
Él dudaba de mis palabras, ya que consideraba a mi esposa como alguien muy conservadora y no podía concebir que existieran imágenes de ella en ese contexto.
Le propuse que si quería verlas, debía mostrarme fotografías de su propia esposa desnuda; sin embargo, él afirmó que además de no creerme, no poseía ese tipo de fotos de su pareja.
Bueno, le dije, si no cuentas con imágenes de tu esposa, entonces no hay trato. Te estas perdiendo de algo.
Insistió bastante en que le mostrara al menos una foto, a lo cual respondí: te enseñaré una donde se está vistiendo, pero a cambio espero que me muestres alguna de la tuya en otro momento.
Estuvo de acuerdo y le mostré una foto de perfil, donde se veía a mi esposa en ropa interior con los senos al descubierto, sin mostrar claramente su rostro.
¡Vaya! -exclamó Manolo, excitado por la foto y deseando ver más, pero le dije que solo lo haría si él cumplía su parte del trato y me mostraba fotos de su pareja.
Después de ese día, salimos en diversas ocasiones con nuestras parejas y otros amigos, y no dejaba de pensar que Manolo había visto a Alicia en aquella imagen semidesnuda.
Y pensaba para mí mismo, si Alicia supiera que Manolo la había visto de esa manera, se moriría de vergüenza, lo cual, paradójicamente, me excitaba aún más.
Pocos días después, Manolo me anunció que ya tenía algunas fotos de Patricia, su esposa.
Quedamos en encontrarnos para compartir una cerveza y revisar las imágenes que tenía.
Decidimos que iría mostrándome las fotos una a una, y de acuerdo a las que él mostrara, yo respondería con imágenes similares, ya que dispongo de una amplia variedad: de espaldas, de perfil, de frente, vistiéndose, en ropa interior, en tanga, en poses sugerentes, en fin, de todo un poco.
Los dos estábamos bastante excitados y, por supuesto, acordamos mantener esto totalmente en secreto entre nosotros.
Manolo solo tenía 4 fotos, 3 de ellas en ropa interior y sujetador, y una donde solo se veían sus senos y piernas al aire.
¡Vaya fotos sexys! - exclamé. Tiene un buen trasero, algo de celulitis y senos un poco caídos.
Nunca me imaginé a Patricia de esa manera, así me gustan a mí las mujeres, con cuerpos reales.
Por mi parte, le mostré fotos similares de Alicia, lo cual lo puso muy excitado.
Por supuesto, quedamos en compartir más fotos tan pronto como Manolo las consiguiera.
Esa noche tuve relaciones con Alicia pensando en las fotos que le mostré a Manolo y en las imágenes de Patricia en ropa interior.
Llegué al clímax rápidamente.
Al día siguiente, mi amigo me llamó de nuevo, tenía más fotos de su esposa y estaba ansioso por mostrármelas para así ver las de la mía.
Esta vez, las fotos eran de ella completamente desnuda, tanto de espaldas como de frente, estábamos a punto de ver a nuestras esposas desnudas por completo.
Estábamos emocionados por el intercambio que se avecinaba.
Le mostré algunas fotos de Alicia de frente, donde se apreciaba claramente su cuerpo, y él hizo lo mismo con las de Patricia.
Fue entonces cuando Manolo me dijo: "Tengo muchas ganas de masturbarme con las fotos de tu esposa". Le respondí: "Si quieres, vamos a mi casa que no hay nadie ahora y lo hacemos".
Así que allí estábamos los dos, desnudos en mi hogar, masturbándonos mientras observábamos a la pareja del otro en situaciones íntimas.
Desde ese momento, hemos intercambiado numerosas fotos y videos de nuestras relaciones sexuales, y en más de una ocasión hemos acabado en mi casa tocándonos.
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