Este relato es extenso, para comenzar hablaré de mí, tengo 31 años y mi vida es muy monótona, básicamente juego videojuegos y tengo una novia con la que tengo poca comunicación y distanciamiento debido a diversos problemas. Soy de estatura baja, no soy atractivo pero tampoco me considero feo.
Tengo un amigo, si es que se le puede llamar así, llamado Jhon. Él siempre me envía fotos de mujeres y comentamos sobre sus atributos físicos, en especial de sus pechos o traseros, y qué haríamos con ellas. Es en este punto donde inicia la historia.
En una ocasión, Jhon me envió la foto de una chica con el rostro cortado, la cual mostraba un generoso escote. Me preguntó qué pensaba al respecto.
Me pareció extraño que la imagen estuviera cortada, dado el nivel de confianza que teníamos. Decidí no comentar nada, esperando que me enviara la foto completa. Luego, me escribió: "¿Qué le harías a esos pechos?" Inicié un mensaje elogiando los hermosos senos de la chica y todo lo que me gustaría hacer con ellos, pero en un momento borre el mensaje. Le pedí que dejara el juego y enviara la foto completa para identificar a la chica.
Él se rió y envió la foto completa, revelando que los voluptuosos pechos pertenecían a nada más y nada menos que a mi hermana. Me sentí sorprendido de que hubiera cortado la foto y de que, prácticamente, todo lo que había expresado deseando esos pechos se refería a ella. Le llamé hijo de puta y nos reímos, pero en mi interior algo cambió. A partir de ese momento, ya no podía ver a mi hermana de la misma manera, notando por primera vez la belleza de sus senos.
Cuando conversábamos, no podía evitar mirar sus pechos y imaginarme disfrutando de ellos, lo cual me preocupaba, pero no podía evitarlo. Mi hermana, dos años menor que yo, de baja estatura y un poco rellena, posee un atractivo particular. Tiene unos labios que deben ser expertos en el sexo oral y una sonrisa que me hace pensar en cómo sería con mi miembro en su boca cada vez que ríe.
Nunca le insinué nada, pero un día, tras una semana sin intimidad con mi novia y con la necesidad de liberar esa tensión, mientras buscaba perfiles en Instagram para satisfacer mis deseos, apareció el de mi hermana. Una vez más, esos generosos pechos me cautivaron y, como si perdiera el control, comencé a masturbarme imaginando a mi hermana. En un video donde ella movía la lengua, la visualicé practicando sexo oral y no pude resistirme. Esa noche, después del orgasmo, en lugar de sentirme mal, solo podía pensar en una cosa: tener relaciones con mi hermana.
Como mencioné antes, tenía problemas con mi novia en cuanto al sexo, ya que no disfrutaba del sexo oral, algo que a mí me encanta. A lo largo de 5 años, apenas me lo ha ofrecido unas 10 veces, y no fueron tan satisfactorias como esperaba.
¿Por qué cuento todo esto? Porque mi hermana es muy liberal en cuanto al sexo y lo demuestra abiertamente en sus publicaciones en Facebook, expresando su deseo por encuentros sexuales. En una ocasión, después de ver uno de sus mensajes, me escribió pidiéndome un favor. Siempre que me pedía algo, me imaginaba que lo recompensaría con una buena sesión de sexo oral. Esa vez, cuando me inundó de solicitudes, le respondí: "¿Quieres sexo? ¿Verdad?". A lo que ella respondió emocionada: "¡Sí, por favor!".
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