Los secretos que mi esposa comparte conmigo


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Desde que husmeé en su cuaderno, siempre me intrigó cómo había explorado su sexualidad antes de conocerme. Cuando la conocí, compartía su piso con un amigo, con ciertos beneficios, podríamos decir. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando descubrí que su amigo había participado en su primer encuentro a tres bandas. Del cual les contaré más adelante.

Cuando intimamos, nos gusta hablar sobre nuestras experiencias pasadas, relatando aquellas situaciones que nos excitaban, fantasías que avivaban aún más nuestro deseo sexual. Siempre que elegimos ver contenido para adultos, optamos por la categoría de tríos. Los dos disfrutamos viendo cómo una mujer es el foco de la escena y cómo la hacen disfrutar. A mi esposa le encanta recibir sexo oral y una de sus muchas fantasías es que dos hombres la complazcan simultáneamente.

Siempre conversamos sobre esto mientras tenemos relaciones y nos excitamos mucho, a veces chateamos con otros hombres y nos ponemos cachondos, ya les contaré sobre nuestro trío virtual. Otras veces imaginamos alguna situación con algún amigo que le coquetea un poco. Y a veces creamos una historia con un intruso que nace y muere en nuestras mentes.

Pero pasemos a la escena en cuestión, para introducirles les diré que ella ya había tenido encuentros íntimos con estos dos amigos en varias ocasiones, juntos y por separado, aunque nunca especifica cuántas veces. Pero creo que aún no recuerda todas las veces o prefiere no recordar algunas.

Y ahora sí, yendo al grano, la última vez que nos excitamos con esto, me contó una escena muy estimulante. Solo pude escuchar un fragmento de la historia, porque de la excitación ella alcanzó el clímax y me dejó empapado. Me quedé excitado y tuvimos relaciones de forma intensa. La penetre con fuerza, tirando de su cabello y tratándola de manera provocativa, lo cual la enciende mucho y la hace gemir más fuerte. Siempre, en medio del acto, le abro las piernas y paso mi lengua por su clítoris, lo que la lleva a menudo a tener un segundo orgasmo y para el tercero la estimulo con fuerza, ya sea con los dedos o el pene, para que llegue al clímax de nuevo. Es una mujer multiorgásmica. Así que antes de que terminara de relatar su historia, los dos habíamos llegado al clímax y la historia quedó incompleta.

Hoy quiso compartir este relato conmigo, lo más excitante que recuerda de esa situación: Estaba durmiendo en la habitación de su piso, uno de sus amigos, a quien llamaremos Fede, dormía con ella mientras que en la cama de arriba de la litera dormía el otro, a quien llamaremos Marcos.

Ella llevaba puesta una camiseta blanca de algodón con mangas ¾. Cree recordar que también llevaba puestos shorts blancos, puedo dar fe de lo hermoso que tiene el trasero. Es inevitable imaginarla y excitarse. Él dormía con camiseta y ropa interior, siempre dormían abrazados.

Fede la despertó en mitad de la noche, colocó una mano en su cadera. El roce intenso del pene de su amigo en su espalda la despertó por completo y la puso a disposición. Ella empezó a moverse, frotando su trasero contra la erección que presionaba desde atrás. Las respiraciones se volvían más agitadas, con suspiros profundos, mientras sus cuerpos se contorneaban y se movían cada vez más intensamente. De repente sintió cómo le bajaban la ropa interior y él acercó su pene erecto, el cual ejercía presión para penetrarla, y ella ansiaba sentirlo dentro de ella. Ya empezaba a gemir.

El amigo que dormía arriba en la litera seguía sin despertar, al menos eso ella creía. Ambos estaban excitados, a ella le excitaba saber que su otro amigo estaba arriba. Después de todo, se sentía cómoda, ya había tenido encuentros íntimos con los dos. Aun así, estaba tan concentrada que no sabía qué pasaría. Siguió moviéndose y acercando la punta del pene que deseaba entrar. Estaba muy caliente, por lo que él la penetró, y ambos se movían enérgicamente. Después de unos minutos, ella se sentó sobre él, tomándolo, pero

Debido a que la litera hacía ruido y querían evitar despertar a su amigo, decidieron bajar al suelo. Él se agachó apoyando la espalda en la cama, mientras ella se sentaba sobre él y volvía a introducir completamente el miembro. Se movían de arriba abajo, colaborando mutuamente, ella se aferraba al borde de la cama y apretaba con fuerza, rozando su clítoris, lo cual la excitaba mucho y la llevó al orgasmo. Debió contener el gemido para no despertar a Marcos.

Luego, Fede se levantó, se colocó detrás y la puso en posición vertical, agarrando sus caderas para acercarle la punta de su miembro, que entró fácilmente en su vagina húmeda. La penetró profunda y enérgicamente, con intensidad. Les resultaba complicado mantenerse en silencio.

Los movimientos rítmicos de Fede, agarrándola firmemente de las caderas, le resultaban excitantes, mientras ella estimulaba su clítoris. Se excitaba al percibir la situación como una travesura, sintiendo que desafiaba las normas, realizando algo prohibido. El hecho de que un hombre la penetrara mientras otro dormía, me excita cuando ella me lo relata. Disfruto escuchando los pormenores de sus relatos. Siempre.

El solo imaginar que esto ocurrió pocos días después de conocerla me produce aún más excitación. Siempre es sensual, pero verla e imaginarla caldeada es sumamente estimulante. Nuestro primer encuentro fue el 1 de diciembre, cuando aún compartía su habitación con Marcos. Pero retomemos el relato.

Ella se encontraba fogosa, gemía intensamente pero procurando susurrar. Marcos no despertó en ningún momento, aunque ella podía sentir el calor que emanaba del miembro de Fede a punto de explotar. La sensación de agarrarla por detrás seguramente excitaba a Fede, ya que aumentaba el ritmo de sus movimientos hasta no poder resistir más. El semen de Fede salió con ímpetu, empapando completamente las nalgas de mi mujer. Le encantaba sentir el calor de su eyaculación.

Mientras nos calentamos, escribimos estas líneas. Las historias de Fer, como la llamaremos a partir de ahora, son el preludio de un sexo apasionado.

Quedamos aquí por el momento, más detalles de esta y otras aventuras sexuales vendrán luego.

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