En la historia anterior, En el relato anterior, en "Mi mujer confiesa sus secretos", relatamos una de las múltiples aventuras de Fer con sus amigos, Marcos y Fede. Estas historias, que en algún momento generaron ciertos desencuentros, hoy forman parte de nuestros juegos más íntimos y apasionados.
Todo comenzó cuando Fer sacó su diario íntimo y yo le pedí que me lo prestara, ella se negó, pero finalmente accedió. Mientras lo hojeaba, me topé con varias historias hasta encontrarme con la frase: Trío amoroso. Le tuve que preguntar si había participado en un trío, tal vez no entendía el francés o quizás ya sospechaba y reprimía la idea de que esto pudiera haber ocurrido, ya que Fede y Marcos aún la visitaban por trabajo o en su departamento. Los había visto muy cercanos y sabía que Fede había salido con ella.
Pero dejando de lado estos detalles, ahora les narraré la primera vez que Fer concretó su trío amoroso. Ella me cuenta que se acostó con Marcos cuando se enteró de que Fede estaba saliendo con otra chica. Por un lado, un poco como venganza, y por otro, porque Marcos le resultaba muy atractivo y "fibroso", según sus propias palabras. Antes de su trío, ya había tenido relaciones sexuales con ambos por separado.
Comencemos la historia. Ella relata que hubo un momento en el que se dio cuenta de que esta situación podría materializarse. Ocurre mientras los tres comparten la preparación de una cena, en la que el ambiente era diferente. Marcos estaba cocinando, siempre con vino y tabaco, los tres conversaban, se reían y se prodigaban algunas caricias sutiles, generando una tensión sexual implícita con sus roces.
Después de la cena, seguían bebiendo y riéndose, compartían algunas experiencias sexuales, la temperatura del ambiente subía considerablemente. Insinuaciones, roces, caricias sutiles, risas que llevaban a una intensificación de las caricias. Situaciones así se repetían varias veces, volviéndose cada vez más excitantes y difíciles de detener para Fer, que ya venía avanzando y retrocediendo.
Los colchones estaban esparcidos por el salón o la habitación, y en varias ocasiones dormían juntos. De esta forma, iban preparando el terreno para el día en que la pasión envolvería a Fer y las ganas de experimentar no le permitirían detener la situación. Siempre fue una incógnita para ella si ambos lo habían planeado previamente o no.
Llegó la noche. Fer había ido junto a Fede y Marcos a un concierto, y antes de salir ya habían compartido un precalentamiento, bebiendo vino y fumando. Aunque no se dijeron palabras sobre lo que iba a suceder, todo apuntaba a un desenlace feliz. Bailaron los tres en el concierto y se podía sentir la calidez del precalentamiento. Sus cuerpos se rozaban al compás de la música, Fer ya lo había pensado un poco y casi sabía que se estaba entregando a sus fantasías.
Al regresar del concierto, mientras caminaban y conversaban, abrazados y riendo, algo que a Fer le encantaba, continuaron con la conversación. Ya de camino, Fer me cuenta que sentía las manos que la tocaban con más intensidad, ambos la abrazaban por los costados, acariciándola con excitación.
Llegaron al departamento, ya no quedaba vuelta atrás para Fer. Era casi amanecer, no fue necesario encender la luz. Eran las 7 de la mañana. Entraron directamente a la habitación.
Comenzaron los besos. Ella describe que pasaba de una boca a otra, las caricias eran intensas. Se quitaron la ropa, ella les quitaba la camiseta, los acariciaba primero en la espalda, bajando luego sus manos por encima del pantalón, ellos la apretaban. Los tres se iban desnudando, hasta quedar en ropa interior. No sabe si previamente o en ese momento, pero los colchones estaban en el suelo. Terminaron arrodillados en el colchón.
Empezó a besarse con Fede mientras Marcos comenzaba a masturbarse. A Marcos le daba la luz de la ventana mientras se tocaba, este recuerdo la excita y la hace gemir mientras me lo relata.
Fede
La colocó dándole la espalda mientras ella observaba cómo Marcos se agarraba su miembro, empezando con el calzoncillo puesto y luego sacando su pene grande, detalle que añadí yo, dado que después de una actividad física con Marcos compartimos el vestuario.
Pero volviendo a su excitación, me cuenta que Fede comenzó a acariciar su zona íntima, lo cual la estimuló mucho. Fer se movía frotando su trasero contra el pene de él, que también se estaba poniendo duro. Ambos se movían, gemían y respiraban agitadamente. Fede le bajó rápidamente y con fuerza la bombacha, una actitud que seguramente enloqueció a Fer, ya que al contarme esto se masturbaba y estaba a punto de acabar, mencionándome que le sostenía el miembro y este estaba muy duro.
Fede se quitó el calzoncillo y Fer lo sintió, se la introdujo estando ambos arrodillados. En ese momento se movieron un poco, ingresando desde abajo de forma suave en su intimidad. Él la abrazaba por detrás y luego de unas cuantas penetraciones, Fer inclinó la espalda quedando en posición de cuatro. Al principio fue delicado, pero luego empezó a aumentar el ritmo; fue en ese instante cuando Marcos se acercó con el pene erecto, masturbándose cada vez más cerca de su rostro. Deslizó su miembro por los labios de Fer hasta que ella abrió la boca, mientras recibía con intensidad y la excitación la llevaba a sentir por primera vez dos penes dentro de ella. Le resulta placentero recordar que mientras Fede la movía en su boca, otro pene entraba. Marcos estaba arrodillado, acariciaba su espalda y de hecho, básicamente se movía penetrándole la boca.
Llegó entonces el momento en que Fer se sintió muy deseada, disfrutaba siendo el objeto de placer de estos dos amigos que la ansiaban. Marcos dijo: "ahora me toca a mí". Aquello la encendió. Fede se sentó en el suelo y comenzó a masturbarse, Marcos la giró y la puso al borde de su pene con la vagina de Fer ya mojada y dilatada. La acostó quedando frente a frente, Fer abrió sus piernas y Marcos la penetró con su pene completamente erecto. Se la introdujo.
Mientras Marcos la poseía, Fer miraba a Fede, a quien siempre le había gustado más que Marcos, excitada por el movimiento que observaba. Marcos la embestía rápida y fuertemente, lo cual la estimulaba. Contemplar y sentir al mismo tiempo el vaivén. Marcos levantó la pelvis de Fer del colchón, su espalda se arqueaba mostrando su excitación. Esto la hacía gemir, y ellos se calentaban con eso, ella podía percibirlo. Marcos la puso nuevamente en posición de cuatro para que Fede se acercara con su pene. Fer me asegura que le gustaba pasarle la lengua y disfrutar del sabor del miembro.
Se sucedieron varias escenas que no recuerda con claridad, pero puede recordar que Fede la tomó de nuevo, la puso boca arriba, la acostó y continuó penetrándola, él ya no aguantaba más, se movía con intensidad, Marcos volvió a masturbarse y Fede emitió su último gemido, sacó su pene de su vagina y eyaculó sobre ella, recordando todavía lo cálido que estaba. Sin dudarlo, Marcos también la poseyó. Ahora Fede los miraba, ella recuerda la silueta de Fede a contraluz. Marcos no resistió y también eyaculó fuera, sobre su vientre.
Luego los tres se relajaron, todos suspirando por la intensa relación que habían tenido. Ya se escuchaban los ruidos de la ciudad cuando ella terminaba su primer trío sexual.
Ya vendrán más historias.
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