Soy Abril, tengo 18 años, cabello oscuro, piel morena oscura, senos grandes, cintura y caderas anchas, trasero grande y suave y estatura promedio.
Estas vacaciones mis padres decidieron ir a la playa donde vive mi tío, quien nos ofreció alojamiento. Desde que llegamos, noté su mirada peculiar hacia mí. Más tarde, cuando planeábamos ir a la playa, se acercó con una caja que contenía un bikini. Aunque me quedaba algo pequeño, decidí ponérmelo y acompañarlo a la playa. Mis padres cuestionaron su origen y les dije que era un regalo de mi tío, quien se mostró feliz al verme usarlo. Pasamos todo el día en la playa, divirtiéndonos, y aunque notaba algunas miradas indiscretas, no me importaba, pues ya era mayor de edad.
Al atardecer, mis padres regresaron a casa de mi tío, quien les pidió permiso para llevarme a un bar a divertirnos. Aceptaron y, emocionada, me disponía a cambiarme, pero él sugirió que nos fuéramos así. Solo me dio su chaqueta para cubrirme un poco. Subí a su auto y me ofreció una cerveza, la cual acepté, decidida a disfrutar al máximo mi mayoría de edad.
De camino, se detuvo y abrió otra cerveza para compartir conmigo. Mientras charlábamos, empezó a elogiar los cambios en mi cuerpo, me sonrojaba al sentir cómo su mano suave acariciaba mi contorno. Respondí tocando su abdomen marcado y, al hacerlo, noté cómo se excitaba lentamente. Él aprovechó para insinuarse de forma provocativa, comentando lo atractiva que lucía con el bikini. Propuso que la noche podía terminar de manera muy placentera para ambos y, tras sacar su miembro erecto, aunque nerviosa, respondí con voz seductora: "Sí, vamos a tener relaciones".
Arrancó el auto emocionado y me llevó a un motel encantador. Al ingresar, mientras solicitaba la habitación, no dejaba de apretar mi trasero. La recepcionista, testigo de esto, nos entregó condones y lubricante, los cuales mi tío colocó en el tirante de mi bikini. Al entrar en la habitación, me acorraló con picardía contra la puerta, jugando con mis nalgas y elogiando su atractivo.
Luego de un día en la playa, con restos de arena en mi cuerpo, me dio una fuerte nalgada y me envió a limpiarme. Llevando mi bolso, ingresé al baño. Intenté limpiarme con el bikini puesto, pero resultaba complicado. Decidí desvestirme para asearme por completo. Al salir, envuelta en una toalla, me contemplé en el espejo y retoqué mi maquillaje. Mi tío ya estaba en la cama, cubierto con una sábana.
Tío: Hola preciosa, ¿qué hay bajo la toalla?
Yo: Nada papi... ¿Y bajo la sábana?
Tío: Solo tú, nena.
Al ritmo de la música ambiental, hice un pequeño baile y arrojé la toalla. Al descubrirme, noté cómo su miembro se erigía bajo la sábana. Él extendió los brazos, y me acerqué para abrazarlo. Recorrió mi cuerpo con sus manos, desnudándome por completo. Destapó su erecto miembro y me senté sobre él, rozándome sensualmente. Él se excitaba más y se dedicaba ávidamente a mis senos, como si quisiera sacarles leche.
Continuará...
Mis senos de su boca y empecé a descender mientras lo masturbaba y conforme veía más su miembro, la idea de cómo me lo iba a penetrar me excitaba aún más, acerqué mi boca a su miembro y comencé a darle sexo oral mientras él sostenía mi cabello y me ayudaba a guiar mis movimientos, tenía un aroma intenso y un sabor peculiar pero poco a poco me fui acostumbrando, simplemente lo lamía hasta que él colocó su miembro en mis labios y empujó mi cabeza para introducirlo.
Antes de penetrarme, vació lubricante en su miembro y luego lo introdujo en mi boca, el lubricante tenía un sabor agradable que aumentaba mi deseo de chuparlo, mi boca y lengua se movían chupando y humedeciendo más su miembro mientras él me apretaba para llevarme a lo más profundo, se puso de pie estando arrodillado y comenzó a embestir mi boca, unas veces suavemente para disfrutar o con fuerza para penetrar mi garganta.
Permaneció así un buen rato hasta que lo sacó de repente y mientras tomaba aire me indicó que me girara, obedecí poniéndome en cuatro frente a él con mi cabeza en la cama, sentí cómo vertía lubricante en mí y pensé que iba a penetrarme, pero en su lugar fue su boca la que atacó mi zona íntima de manera inesperada, su lengua se abrió camino inmediatamente en mi húmeda parte íntima y sus labios se unieron a los míos, esa misma mañana me había depilado para ir a la playa, por lo que mi zona íntima estaba muy suave.
De mi zona íntima a mi ano, donde también jugueteaba con su lengua y lograba dilatarlo, también mordió un par de veces mis nalgas para luego volver a penetrar mis orificios con su larga y deliciosa lengua mientras yo apretaba las sábanas y sentía incrementar mi excitación notablemente, introdujo un par de dedos en mi zona íntima tocando mis paredes internas hasta que finalmente me brindó un rico beso en la zona del clítoris y se retiró después de satisfacer de la forma más lasciva posible mis aberturas, yo respiraba suavemente y sonrojada mientras él frotaba su miembro en mis nalgas y zona íntima, en su lugar me levantó con su pecho en mi espalda y me rodeó con sus brazos abrazando mi cintura mientras me murmuraba "quiero ver tu rostro cuando estemos teniendo relaciones, cariño" mientras su miembro empezaba a abrirse paso en mi zona íntima.
Me sentía pervertida y promiscua, sobre todo al observarnos en uno de los múltiples espejos de la habitación, giré mi rostro para besarlo y durante el beso terminó de insertar su miembro dentro de mí, solté un gemido y le chupé la lengua mientras se movía, sujetó mis brazos según su antojo mientras contemplaba cómo mi zona íntima absorbía su miembro, el sonido de mis nalgas golpeando llenaba la habitación al igual que nuestros gemidos.
Comencé a disfrutar de su miembro y de cómo me poseía, nunca antes había experimentado el sexo duro y mucho menos con un miembro tan experimentado como el suyo, subió sus manos apretando con fuerza mis senos que ya estaban algo sensibles por sus chupones y mordidas anteriores, continuó de manera frenética por unos momentos hasta detenerse y sin retirarse, se acomodó, me dio una nalgada y dijo "cabalga a tu daddy, zorra".
Escuchar esas palabras me avergonzó un poco, pero estaba tan excitada que no me importó y con mis manos en mi cabeza comencé a brincar sobre su miembro lo mejor que pude, él simplemente permaneció recostado disfrutando del espectáculo e incluso tomó su celular para tomarme fotos en las nalgas mientras me movía y aprovechaba para darme nalgadas que marcaban su mano.
Mis gemidos se habían vuelto muy intensos en ese momento, estaba segura de que las demás personas podían escucharme gemir y justo cuando sentía que iba a alcanzar el orgasmo, me levantó y sacó su miembro, al sacarlo, caí en cuatro en la cama y me dio la vuelta dejando mis piernas abiertas, recorrió todo mi rostro con su lengua y usando esta para penetrar mi boca al mismo tiempo volvió a introducirlo todo hasta el fondo.
Grité en su boca cuando hizo eso e incluso le arañé el pecho, él siguió con el beso largo y repitió ese movimiento, sentía cómo la punta golpeaba la entrada a mi útero y aunque dolía un poco, la excitación en mi cuerpo me hacía desearlo, se quejó un poco por el rasguño y tomó mis manos.
para situarlas al lado de mi cabeza y mantenerlas inmóviles con las suyas mientras incrementaba la intensidad de los empujes.
Sus caderas se movían de forma exquisita mientras sujetaba mis muñecas con sus manos, entre las embestidas bajé la mirada para observar cómo penetraba y noté que no llevaba preservativo, le consulté por el preservativo y él me respondió que no lo estaba usando porque yo los tenía y en ese momento recordé que los había dejado en el baño junto a mi bikini, ya era demasiado tarde para eso así que él me estrechó entre sus brazos y besando mi cuello mis piernas se cruzaron y lo dejaron atrapado dentro de mí, saqué mi lengua y él comenzó a lamerla y me besó con pasión.
Mis piernas temblaron y levanté ligeramente mi abdomen experimentando un orgasmo, durante mi clímax él aumentó el ritmo provocando más mini orgasmos en mí, en ese momento ya no escuchaba a las demás personas en las otras habitaciones, solo escuchaba cómo me estaban poseyendo a mí, fue bastante placentero, nunca antes me había corrido así sin estimular directamente mi sexo y más aún por la forma en que me penetraba.
Cada vez que mis ojos se desviaban o los cerraba él me besaba o mordía para que los abriera de nuevo y observara cómo continuaba penetrándome, usaba mis senos como golosinas, succionando y mordiendo, en ese instante estaba muy ansioso y su miembro no dejaba de latir, giré un poco mi rostro diciendo "voy a derramarte mi esperma en tu rostro, perra", se volvió más salvaje en sus movimientos, soltó mis manos para llevar las suyas a mi cintura.
No dejaba de mirarlo y justo cuando sacó una de mis manos, la devolví a mi sexo y lo aprisioné cruzando mis piernas en su espalda, su miembro no resistió más y descargó su semen dentro de mi estrecho sexo, lo sostuve hasta que terminó de eyacular y lo miré de manera lujuriosa diciendo "gracias por satisfacerme, tío", le di un suave beso en la mejilla y lo solté, sacó su miembro y se recostó a mi lado con una expresión de satisfacción en su rostro, al igual que yo.
Me recosté levantando una pierna sobre él y nos besamos un poco más y conversamos, no me percaté en qué momento me quedé dormida, después de un rato me despertó y dijo que teníamos que irnos, nos levantamos y me dirigí al baño para asearme, él me siguió y entró en la ducha con su teléfono grabándome desnuda y bajo el agua, bailé un poco para él y le mostré ante la cámara mi sexo con su semen aún dentro, de no haberlo dejado exhausto sé que se habría excitado de nuevo.
Nos vestimos y nos dirigimos a su casa, entramos de madrugada y para no despertar a mis padres nos dirigimos directamente a su habitación, al ingresar puso seguro y ambos nos desnudamos, no teníamos energía para tener relaciones sexuales nuevamente pero deseábamos dormir desnudos y así lo hicimos, nos acurrucamos bajo sus sábanas sin ninguna prenda y nos quedamos dormidos.
En los días siguientes estuvimos entre caricias y besos discretos, nos escapamos un par de veces más para hacer el amor hasta que tuvimos que partir, actualmente seguimos en contacto, intercambiamos fotos o realizamos videollamadas donde nos acariciamos y me sorprendió al mencionar que vendría de visita, ahora estoy considerando hacer algo especial por él, muchas gracias por leer, hasta pronto.
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