Saludos estimados, me llamo Tania love y deseo compartir con ustedes una de mis vivencias auténticas. Esta experiencia tuvo lugar hace pocos días y, como he mencionado en relatos anteriores, he optado por vestirme de manera más masculina, aunque siempre conservo un toque femenino con medias o alguna tanguita, ya que he notado que así atraigo más la atención masculina y personalmente me agrada.
En esta ocasión, tuve que trabajar por la noche al sur de la ciudad, cerca de Taxqueña, y como ya era tarde para llegar, decidí solicitar un servicio de taxi a través de una aplicación.
El auto llegó puntual y subí, el chofer, un hombre de alrededor de 30 años, me recibió con un "buenas noches" muy amable. Durante el trayecto, pasamos por Tlalpan (lugar conocido por la presencia de trabajadoras sexuales) y noté en el chofer una cierta ansiedad, como si estuviera buscando un buen momento, lo cual despertó mi curiosidad...
Luego de expresar su interés por una de las chicas que se encontraban en la zona, a quien erróneamente identificó como mujer, la conversación tomó un giro inesperado y excitante. Pronto nos vimos inmersos en un juego de insinuaciones que despertaron la pasión en ambos.
Sin dudarlo, accedí a sus propuestas y rápidamente encontramos un lugar apartado. Una vez en el asiento delantero, comencé a acariciar su entrepierna, confirmado así su notable excitación. Acto seguido, procedí a satisfacer sus deseos con mi destreza en el arte del placer oral.
Después de un intenso momento de complicidad, llegó el clímax para él, quien me agradeció de manera sencilla antes de dejarme en mi destino final. A pesar de quedar con ganas de más, me sentí satisfecha por haber protagonizado esa experiencia inesperada y ardiente.
Así concluyó mi noche, llena de sensaciones y deseos insatisfechos, pero con la certeza de que vendrán nuevas aventuras. ¡Gracias por leer y hasta la próxima!
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