Se había sumido en la desesperación a pesar de solo haber transcurrido unas horas.
Se encontraba en un catamarán durante un tour en el Caribe, pero debido a un percance tuvo que abordar un bote salvavidas.
Aunque se sintió verdaderamente asustado al divisar tierra no muy lejos, desconocía lo que le aguardaba allí.
Es importante señalar que, a pesar de tener 25 años, siempre había sido muy abierto en sus preferencias, pero solo con mujeres en general. Siempre le gustaba ser dominado, pero solo en relaciones heterosexuales.
Al llegar a la playa, se dio cuenta de que no había mucho allí, solo unas pocas cabañas. Al llegar a una de ellas, tocó la puerta y fue recibido por un hombre alto, de aproximadamente 1.90 metros de estatura, con acento. Tras contarle toda la situación, este hombre, llamado Sean, le informó que de momento no había forma de que llegaran barcos de ayuda por allí, pero que tenía provisiones suficientes. Le ofreció la posibilidad de comunicarse por radio para informar a sus conocidos sobre su estado y avisarles de que, cuando llegara el barco que abastecía este atolón, podrían rescatarlo.
Sean le proporcionó ropa para cambiarse, la oportunidad de bañarse, y le permitió quedarse en una de las dos cabañas disponibles, por lo que podía estar a solas y observar todo con tranquilidad. No obstante, repentinamente, las cosas tomaron un giro inesperado. Durante la cena, comenzaron a beber ron.
- "¿Y a qué te dedicas?" - le preguntó Sean.
- "Soy guía turístico, paso mi tiempo viajando y conociendo lugares," respondió él.
Todo parecía normal, hasta que las preguntas se tornaron cada vez más extrañas.
- "¿Crees que tienes más que yo?"
Entre risas y nerviosismo, él contestó que no lo creía, debido a la reputación de ciertas personas de piel oscura.
Sean se levantó, se acercó a su silla y sacó su miembro imponente.
- "A ver, ¿qué tienes tú? Pero el perdedor recibirá un castigo," dijo, desafiándolo.
- "¿En serio?" - preguntó, titubeante y sin saber cómo reaccionar.
- "He sido muy amable contigo, creo que al menos podrías hacer esto por mí, ¿no crees?" - comentó Sean, agitando su prominente miembro.
Nervioso, se quitó los pantalones y, para su sorpresa, vio que su miembro era normal y delgado, nada que pudiera competir.
- "Has perdido. El castigo es depilarte todo el cuerpo, es una especie de iniciación," sentenció Sean.
Medio ebrio e ingenuo, pensó que no sería gran cosa y aceptó los rastrillos que le entregó Sean. Después de pasar cerca de 30 minutos eliminando todo su vello corporal en la ducha, se sintió extraño (cabe mencionar que era delgado pero en forma debido al ejercicio que realizaba).
Al salir, no podía creer lo que veía: Sean sostenía una cadena y un collar de perro rosa. Al girar la vista hacia la cama, divisó lencería y una peluca rosa...
- "Podemos hacer esto de forma amistosa o de la otra manera, pero de cualquier modo vas a quedarte aquí conmigo por un buen tiempo. Será mejor que nos llevemos bien, ¿no crees? Ahora, la regla es que te pondrás eso y harás todo lo que te diga. Te dirigirás a mí como 'señor', ¿está claro?"
- "Sí, señor. Lo que usted ordene, señor," comenzó a vestirse con todo lo indicado, sintiéndose algo excitado por la novedad de la situación.
- "Ven aquí, a cuatro patas, y ponte el collar," ordenó Sean.
Gateó hasta donde le indicaba, estando desnudo. Se sintió tan humillado que la parte más atrevida de su personalidad lo llevó a excitarse con todo aquello y comenzó a disfrutarlo.
- "Así, me gusta. Tu culito rasurado se ve bien. Cuando haya terminado contigo, me pedirás que sea tu 'papi'," pronunció mientras él estaba en cuatro y Sean estaba sentado sobre él, introduciendo un dedo en su trasero, provocando una sensación cálida por el lubricante que utilizaba, como un presagio de lo que vendría.
- "Parece que eres un perro obediente, ven, chúpala," le indicó que se acercara gateando hacia donde él estaba recostado, comenzando a masturbarse. Al acercarse, sintió el golpe de su miembro en su rostro.
- "Ahora que has excitado a tu amo, date la vuelta. El castigo por perder es que debo preñarte."
"Así es la ley del más fuerte, ¿creías que un individuo grande sería siempre pasivo alguna vez?" expresó con entusiasmo. Comencé a excitarme con la idea de ser dominado y convertirme en una sumisa.
Me llevó hasta un sofá con correas anclado al suelo con grilletes y me ató. "Así no podrás moverte, maldita perra, vas a experimentar algo bueno, pedirás más."
Luego me colocó una mordaza y me pidió que me resistiera para excitarse aún más.
"Aquí tienes, zorra." Sentí sin previo aviso cómo un gran tronco penetraba mi trasero, gemí de dolor, lo que solo lo incitó a embestirme aún más fuerte y profundo.
"Mmm aquí tienes, maricón. Me gusta tomar a los afeminados como tú y convertirlos en mis sumisas. Si te resistes, te juro que te aplastaré los testículos, así que es mejor que empieces a moverte."
Para demostrar que no mentía, me agarró de los testículos mientras me penetraba y, como pude, comencé a moverme de arriba abajo.
"Sabes que lo mejor es que te mentí, podrían venir por ti en cualquier momento, la seguridad no tarda más de 3 días en llegar, pero te quedarás aquí para ser mi sumiso y más te vale que te guste"
Me susurró al oído y solo podía pensar en el intenso dolor que sentía en mi trasero, pero estaba tan excitado que al quitarme la mordaza le grité: "¡Sí, papi, déjame que termines adentro!". Su reacción fue de sorpresa al terminar rápidamente; a pesar del preservativo, pude sentir una gran carga al abrirse paso en mi recto.
Grité de placer y dolor cuando me dijo: "Me gusta así, más te vale acostumbrarte, porque saldrás de aquí bien satisfecho y te daré de mis raciones y te dejaré ir solo si aceptas ser mi esclavo, ¿está claro?"
"Sí, papi, haré lo que quieras"
En ese momento dejó caer un cinturón de castidad.
"Bien, te convertiremos en toda una puta"
"¿Cómo que 'te convertiremos'?"
"En un par de semanas vendrá la inspectora que revisa este lugar, ya le informé sobre ti, dice que vendrá preparada."
No te emociones, es lesbiana y no te hará nada; además, ya tiene 50 años, pero a mí nos gusta divertirnos con afeminados como tú... ¿Estás listo para ser castrado químicamente?"
Continuará.
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