Hola! en un relato previo hablé sobre mis métodos de autoerotismo y la capacidad de tener múltiples orgasmos siendo varón, por tanto, les sugiero echar un vistazo si buscan vivir este tipo de vivencias ya sea en solitario o en pareja. Ahora les narraré cómo logré experimentar numerosos orgasmos en menos de 10 minutos debido a mi gran excitación.
Era un día laborable, vivo con mi padre y me encontraba en la última semana de vacaciones, por lo que decidí aprovecharla descansando al máximo, esa tarde estaba jugando Xbox en la sala, mi padre había culminado su jornada laboral y yo sentía un intenso deseo sexual, había estado excitado todo el día y ya me había masturbado previamente.
Dado que mi padre estaba presente en casa, no podía disfrutar de un momento tan íntimo como me gustaría, ya que mi proceso de masturbación es algo peculiar; siempre debo colocar una toalla debajo de mí porque suelo sudar mucho (con cada orgasmo mi cuerpo libera una gran cantidad de sudor), además, me gusta implementar diversas técnicas de estimulación, ya sea con las manos, juguetes, almohadas, entre otros, y también suelo ser bastante ruidoso y expresivo. Como pueden ver, no me coarto en lo absoluto en el ámbito de mi sexualidad.
Entonces, mientras jugaba, comencé a notar que estaba teniendo una erección sin razón aparente, no dejaba de fantasear con distintas situaciones, incluso coloqué el control de Xbox en mi pene cuando vibraba, lo cual me excitaba. En un principio, empecé acariciando mis pezones suavemente, ya que soy muy sensible y con solo estimularlos tengo contracciones, gemidos y comienzo a segregar líquido preseminal, por lo que siempre es mi paso obligado antes de iniciar la masturbación, siempre comienzo estimulando los pezones; incluso he estado a punto de experimentar el nipplegasm pero aún no lo he logrado, tan solo las contracciones y la liberación de líquido preseminal. Luego, una vez excitado, procedí a estimular mi pene y un pezón, de vez en cuando también acariciaba mi perineo.
Mi padre se encontraba en su habitación, la cual tenía vista directa a la sala, por lo que debía asegurarme de que no me viera, al no poder quitarme la ropa, decidí sacar mi pene por las aperturas del short que llevaba puesto, mientras masajeaba mi pezón y estimulaba mi pene, mi respiración se aceleraba y en ocasiones tenía que morder la manga de mi sudadera para contener los gemidos.
De vez en cuando, mi padre salía de su cuarto para ir al baño o a la cocina, en esos momentos debía controlarme y aparentar que solo estaba jugando. Normalmente, me gusta excitarme y alcanzar algunos orgasmos solo con mis fantasías, leyendo relatos, y reservo el ver porno para los últimos momentos, pero en esta ocasión decidí centrarme únicamente en mis pensamientos. Así, cuando noté que mi pene estaba muy lubricado y el líquido preseminal fluía en cantidad abundante, al masturbarme el sonido característico de los fluidos se escuchaba por toda la casa.
Aproximadamente, con una estimulación constante y veloz, tardo entre 3 a 4 minutos en llegar al primer orgasmo, sin embargo, suelo retardarlo mediante el edging para intensificar la sensación al decidir tenerlo, así puedo extender la sensación del primer clímax durante el tiempo que desee, normalmente unos 15 a 20 minutos, pero esta vez sería un lapso menor debido a la presión. Por lo tanto, al alcanzar el punto cercano al clímax, detenía la estimulación y mis gemidos se hacían más audibles. Repetí el edging unas 3 o 4 veces hasta que decidí permitirme el primer orgasmo.
Mis orgasmos son secos y a voluntad, no eyaculé en este orgasmo, mi técnica consiste en llegar al clímax y al alcanzarlo dejar de estimular, permitiendo que el orgasmo fluya, aproximadamente dura unos 10 segundos de placer intenso, luego la sensación desaparece y queda una hipersensibilidad durante unos 10 segundos.
(sí, me conozco tan bien que hasta controlo mis tiempos) luego de la sensibilidad extrema, comienzo a estimularme nuevamente. Mi miembro latía desde el primer clímax y la excitación, en ese momento, no tardé otros 20 segundos en seguir autoestimulándome y sentí cómo el segundo orgasmo se acercaba, en esta ocasión decidí no detenerme y repetí la acción, otros 10 segundos de intensísimo placer, seguidos por otros 10 de sensibilidad extrema y así sucesivamente... básicamente experimenté casi dos orgasmos en un minuto, me encontraba en un vaivén de orgasmos, mientras procuraba que mi padre no me sorprendiera, la sala estaba impregnada y mi sudadera también debido a la gran cantidad de sudor.
Mi miembro palpitaba y la erección persistía, normalmente cuando la erección persiste a pesar de tener múltiples orgasmos es porque realmente estoy muy excitado, parezco un perro en celo, jajaja, a veces parece que entro en un estado de celo. Cada orgasmo era una ola de placer y de precaución para evitar ser descubierto, me masturbaba, alcanzaba el orgasmo, gemía, me aferraba al sofá porque el placer me provocaba fuertes contracciones, esperaba unos instantes y volvía a estimularme para alcanzar otro orgasmo.
Al final, cuando notaba que mi cuerpo no parecía querer parar, decidí provocarme un orgasmo muy intenso para alcanzar un estado prolongado de satisfacción, opté por masturbarme y al llegar al clímax, en lugar de soltar mi miembro, continué estimulándome, esto me llevó a orgasmos de larga duración y contracciones muy intensas, aproximadamente 30 segundos de orgasmo y placer seguidos por otros 30 segundos de contracciones, casi un minuto de sensaciones placenteras.
Estos tipos de orgasmos, tanto en hombres como en mujeres, resultan muy agotadores y requieren que el cuerpo se recupere antes de tener otro orgasmo, estos son los orgasmos que experimento cuando busco la satisfacción, perder la erección y finalmente dormirme.
Después de quién sabe cuántos orgasmos, finalmente percibí cómo mi erección desaparecía y me sentía más relajado, mi mano estaba cubierta de líquido preseminal y mi ropa empapada en sudor, rápidamente me quité la sudadera y fui a secarme, parecía que había corrido una maratón, jaja. El sofá también quedó impregnado, afortunadamente nadie se daría cuenta de esto. Luego, fui, me sequé, me puse el pijama, me lavé las manos y regresé a la sala para continuar con mi juego, luego de una oleada de placer que mi cuerpo no deseaba que terminara.
Como podrán apreciar, soy un apasionado de la sexualidad y la masturbación, como hombre heterosexual me enorgullece poder experimentar tanto sin prejuicios de género, incluso estimulo mis pezones, próstata y mi miembro con juguetes y mis manos, lo cual me hace sentir en armonía con mi cuerpo. Espero que muchos hombres se animen a abrir sus mentes, ya que esto no solo les beneficiará a ellos, sino también a sus respectivas parejas.
Si desean que siga compartiendo relatos y algunos consejos para chicos, déjenme un comentario. ¡Saludos!
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