En la oscuridad, Andrés y Noelia se encuentran,
Dos espíritus ardientes en el juego del querer, sin límites.
Sus miradas se encuentran, destello de complicidad,
En esta danza sensual, comienza la cercanía.
Andrés, con manos firmes, traza su recorrido,
Surca la piel de Noelia, con dulce locura.
Ella exhala y tiembla bajo su contacto apasionado,
Una llama interior se enciende, un amor entregado.
Noelia, con ojos encendidos por la pasión,
Desnuda a Andrés con la mirada en su canción.
Susurros y gemidos, melodías en el ambiente,
Dos cuerpos unidos, sin miedo a naufragar.
El roce de sus labios, un encuentro celestial,
Los cuerpos se entrelazan, en un abrazo seductor.
La noche los rodea, en su mágico manto,
Andrés y Noelia, en este amor, son fuego y tierra.
Así, en la oscuridad, juntos se entregan sin cesar,
Un poema de pasión, en su piel, queda la esencia.
En cada beso, en cada abrazo, son dos espíritus ardientes,
Andrés y Noelia, en este amor, son eternamente.
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